Según lo dispuesto, se fijó en 4.500 el límite máximo de unidades que efectivamente podrán importarse durante el periodo de extensión de la medida.
El gobierno renovó hoy hasta marzo de 2023 la reducción o incluso la eliminación de los aranceles a la importación de automóviles eléctricos.
La decisión se formalizó por medio del decreto 617/2021, publicado este lunes en el Boletín Oficial.
Según lo dispuesto, se fijó en 4.500 el límite máximo de unidades que efectivamente podrán importarse durante el periodo de extensión de la medida.
Además, el Poder Ejecutivo estableció que del límite fijado, 4.275 unidades se asignarán a las empresas terminales radicadas y con producción en la Argentina, mientras que las 225 restantes se otorgarán a importadores de terminales no radicadas en el país.
De acuerdo con el texto oficial, en mayo de 2017, a través del decreto 331, se establecieron alícuotas reducidas del Derecho de Importación Extrazona (DIE) de 5%, 2% y 0%, para la importación de determinados vehículos automóviles híbridos, eléctricos y a celdas de combustible (hidrógeno), completos, tanto armados como semi desarmados y totalmente desarmados, por un plazo de 36 meses.
Más tarde, en noviembre de 2020, el Gobierno renovó -con otro decreto- hasta mayo de este año el beneficio y fijó en mil unidades el cupo de importación para el periodo.
Vencido el régimen, la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) solicitó la extensión del plazo y las cantidades autorizadas.
Ahora, a través de un nuevo decreto, la Casa Rosada señaló que «se ha observado a lo largo de la vigencia (del régimen) una alta utilización del beneficio arancelario transitorio otorgado por el Estado a la industria automotriz local».
Por ese motivo, consideró necesario «restablecer la vigencia de los beneficios arancelarios por un plazo determinado, priorizando en la cuantificación total del límite máximo de unidades que podrán importarse con la reducción de la alícuota reducida a las terminales radicadas en el país y que cuenten con producción local automotriz por sobre los representantes importadores de terminales no radicadas».
«La industria automotriz a nivel mundial se encuentra implementando un recambio de motorizaciones en virtud de la necesidad primaria de eliminar, en parte, el impacto ambiental negativo derivado de la emisión de gases producto de la utilización de motores de combustión interna, principalmente motores de ciclo Otto y motores diésel», indicó.
Y explicó que ese recambio «se manifiesta con la incorporación de los motores híbridos, los motores eléctricos y las celdas de combustible, entendiendo por tales a aquellas que utilizan el hidrógeno como combustible, así como las nuevas motorizaciones que presentan notorias ventajas tanto desde un punto de vista ambiental como menores consumos de combustible y la utilización de energías limpias y renovables».
«En atención al desarrollo de la industria automotriz local, su nivel de producción y su vocación de incorporar a su oferta vehículos con las nuevas motorizaciones referidas, se consideró conveniente establecer medidas iniciales para una primera etapa de comercialización de los mismos», puntualizó el decreto.