De esta manera, el precio de la garrafa de 10 kilos pasará de $8.500 a $10.500, incluyendo impuestos y costos adicionales
A través de la Resolución 394/2024, publicada este martes en el Boletín Oficial, el Gobierno dispuso una actualización del precio máximo de referencia para las garrafas de gas licuado de petróleo (GLP) utilizadas en hogares que no cuentan con acceso a gas de red. De esta manera, el precio de la garrafa de 10 kilos pasará de $8.500 a $10.500, incluyendo impuestos y costos adicionales.
La decisión fue anunciada por la Secretaría de Energía, bajo la dirección de su titular, María Carmen Tettamanti. Según se detalló en el comunicado oficial, el principal objetivo de esta medida es que el precio de la garrafa refleje los costos reales del sistema, lo que garantizaría el normal abastecimiento para todos los usuarios. Con esta actualización, el precio se alinea en un 90% con el valor de paridad de exportación (PPE), conforme a la normativa vigente y los principios establecidos por la Ley N° 26.020.
Desde el Gobierno se indicó que el ajuste es una respuesta a un retraso acumulado en los precios del GLP en los últimos años, lo que generó desequilibrios en el mercado y afectó la disponibilidad de gas butano en garrafas. Este desajuste había puesto en riesgo el abastecimiento normal y sostenido de las familias que dependen de este recurso.
«Este ajuste busca corregir esas distorsiones y promover un mercado más eficiente y sostenible», señalaron desde la Secretaría de Energía. La medida también tiene como fin reducir la informalidad en la comercialización de las garrafas y fomentar la inversión privada en infraestructura y seguridad del sector, aspectos clave para garantizar el abastecimiento a largo plazo.
Asimismo, la actualización del precio forma parte de un proceso más amplio de desregulación del mercado de GLP, impulsado por el Gobierno Nacional. Este proceso tiene como objetivo aumentar la eficiencia económica del sector, mejorar la competitividad entre actores privados y elevar los estándares del mercado local de GLP, acercándolos a los niveles internacionales.
Con esta medida, el Gobierno espera subsanar los desequilibrios del mercado y asegurar una distribución más justa y estable del gas licuado de petróleo para los hogares argentinos.