Política y Economía

El Gobierno fracasó en otro intento por introducir el cuestionado Capítulo 11 al Presupuesto


Fue una reunión que encabezó Bullrich con líderes de los bloques aliados del Senado; el oficialismo está obligado a buscar otras alternativas

El Gobierno volvió a fracasar este domingo en otro intento por seducir a los senadores aliados y lograr así introducir el Capítulo 11 al Presupuesto 2026, que quedó fuera del dictamen con media sanción de la Cámara de Diputados y fue dictaminado por la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado el viernes pasado.

Fue en una reunión virtual que se realizó ayer y que encabezó la jefa de la bancada de LLA, Patricia Bullrich, según pudo consignar la Agencia Noticias Argentinas con fuentes parlamentarias.

La ex funcionaria cumplió ordenes y trasladó una propuesta más edulcorada de la Casa Rosada, aunque sabía desde el mismo día en que los representantes provinciales firmaron el despacho que resultaría imposible que cambiaran de opinión. Por lo tanto, el Presupuesto será debatido el próximo viernes 26 de diciembre y podría ser sancionado.

El PEN tendrá que agudizar el ingenio y pensar otras alternativas para avanzar con el pedido expreso del ministro de Economía, Luis Caputo, de voltear las leyes de Financiamiento Universitario y Discapacidad. Lo peculiar del Cap. 11 es que incluía un variopinto articulado con guiños para varios sectores, entre ellos, las distribuidoras Edenor y Edesur.

Caputo y el ministro del Interior, Diego Santilli, corrieron al secretario de Hacienda, Carlos Guberman, de arriba de la caja para intentar conquistar a gobernadores (votos). La estrategia meramente “transaccional” fracasó en el capítulo más importante. Una voz relevante del bloque libertario dijo a NA: “Hay que dar después, no antes”.

El Capítulo 11 fue motivo de discusión desde antes en la mesa política. El pedido de inclusión por parte de Luis Caputo fue respaldado por Santiago Caputo, el asesor presidencial de Javier Milei, de poder de fuego recortado por la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y los Menem.

Lo más llamativo de la operatoria de ayer es que el oficialismo siguió en la senda de las transacciones, desechando principios básicos de la negociación política, sin comprender que la única razón por la cual obtuvieron dictamen el viernes fue porque el texto era el mismo que salió de Diputados.

Por momentos, se percibe un PEN desconectado de la realidad y sin comprensión de las limitaciones parlamentarias, algo que alimentó los pases de factura desde el Senado hasta con críticas desde sus propias filas. El Ejecutivo se olvida que no tiene 129 legisladores en Diputados ni 37 en el Senado como imponer condiciones.

“El único verbo que conocen es ‘deróguese’”, comentó a NA un senador violeta que cargó contra la estrategia de la Rosada. La cita viene a cuenta del menú de opciones que tenía para las leyes de Universidades y Discapacidad era más amplio (en su paso por Diputados) como, por ejemplo, intentar introducirle modificaciones para recalibrar. Algo ya anticipó Milei anoche en una entrevista televisiva.

No obstante, el enojo de gobernadores y diputados que, según el Gobierno se dieron vuelta (¿o ya habían avisado que no lo votaban?), fue por otros puntos del Capítulo 11. En el Congreso son tajantes en que también se contaron mal los votos y todos los cañones apuntan a Santilli. Agridulce debut para “El Colo”.

¿Santilli se confió del método ‘transaccional’ que usó junto con Caputo para juntar votos? Otro de los interrogantes que surgen de cara al 2026 es si alcanza solo con hablarle a los gobernadores. ¿Por qué un diputado peronista-no kirchnerista votaría el perdón a las energéticas y voltearía la Emergencia en Discapacidad?

En un despacho libertario del Senado aprovecharon el traspié del ala “transaccional” del Gobierno y comentaban que la política “va más allá de los ATN” y que «reúne una cuota de arte”. A su vez, resaltaban la figura de Bullrich que en solo cuatro días durmió al peronismo de José Mayans con las comisiones y abrochó cuatro dictámenes.