En la cruzada contra la inflación, el gobierno apuesta a «trabajar» sobre los salarios para evitar que los precios y la economía se disparen. En este marco, no son pocos los funcionarios que admiten que el actual escenario, marcado por el enfrentamiento con los sectores más críticos de la CGT y la polémica generada por la difusión del exabrupto del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, hacia una ex empleada de la familia a la que nombró en el SOMU, no constituye el ideal para sus aspiraciones de contener los próximos aumentos salariales en línea con la meta de inflación de 15% prevista para todo el año. No obstante, en la Casa Rosada están decididos a ir a fondo para garantizar ese objetivo en cuestión de días.
Para ello, la principal apuesta oficial se concentra en acelerar para las próximas semanas la definición de la negociación salarial de Comercio, pese a que el nuevo convenio paritario de esa actividad recién debe regir a partir de abril próximo.
La explicación oficial de ese objetivo se sustenta en dos planos. Por una parte, las paritarias de bancarios y docentes, que ponen en marcha el cronograma anual de discusiones, suponen un desafío complejo para el Ministerio de Trabajo porque en ambos casos las discusiones serán encabezadas por gremios críticos del Ejecutivo, que resisten cualquier posibilidad de cerrar acuerdos en la pauta guía de 15% que se propone el ministro Jorge Triaca. Por otra, en la administración macrista reconocen el perfil dialoguista del jefe del gremio mercantil, Armando Cavalieri, y creen posible poder avanzar con esa negociación para conseguir una referencia salarial que marque la cancha para el resto de las negociaciones.
Después de haber aplicado la cláusula gatillo fijada en el acuerdo del año pasado, por lo que se agregó un incremento de 6% a la suba original de 20% para compensar la inflación, cerca de Cavalieri no desestimaron del todo la alternativa de sellar su nueva paritaria en línea con los planes oficiales (fuentes del gremio hablaron de un esquema de entre 15% y 17%), pero advirtieron que en ningún caso aceptarán un entendimiento que no garantice una cobertura ante la inflación. «Nadie va a aceptar firmar sin cláusula gatillo, eso es imposible», afirmaron los voceros consultados.
Mientras en la cartera laboral se entusiasman con poder destrabar la discusión mercantil antes de que culmine la primer quincena de febrero, el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, insistió ayer en justificar el objetivo oficial para que las paritarias no superen el 15%. «El Gobierno entiende que las paritarias tienen que ser libres. Tenemos una meta de inflación para este año del 15%, y entendemos que toda la sociedad tiene que acompañar al Gobierno para que esta meta se alcance», consideró Frigerio. A su vez, el ministro volvió a defender la continuidad de Triaca en su cargo pese a la polémica y reprochó la actitud del sindicalismo opositor contra el funcionario.
Justamente desde ese sector gremial, el número dos de Camioneros, Pablo Moyano, reclamo ayer la renuncia de Triaca. «Debería tener dignidad y dar un paso al costado», pidió Moyano.
Fuente: El Cronista