El ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab dijo a la BBC que el Reino Unido está estudiando un "acuerdo a medida" para los refugiados afganos
El Gobierno británico anunciará en los próximos días un plan de «reasentamiento a medida» para la población afgana más vulnerable luego de la dramática toma de Kabul, la capital de Afganistán, por parte de los talibanes.
Según un portavoz del número 10 de Downing Street, la residencia oficial del Gobierno británico, se prevé que la política del plan de refugiados se centre en ayudar fundamentalmente a mujeres y niñas.
En ese sentido, el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, quien debió cancelar ayer sus vacaciones y regresar a Londres por la crisis en Afganistán, dijo a la BBC que el Reino Unido está estudiando un «acuerdo a medida» para los refugiados afganos y los detalles que se establecerán se informarán a su debido tiempo.
Raab declaró al programa BBC Breakfast que el Reino Unido «siempre ha sido un país que ha proporcionado un refugio seguro para quienes huyen de la persecución», pero
destacó que lo más importante es tratar de brindar estabilidad para que no se llegue a esta gran cantidad de flujos migratorios.
«Así que creo que esa debería ser la prioridad número uno, pero no obstante, el asilo es realmente importante», subrayó.
Según pudo constatar la emisora británica, el nuevo plan será similar al utilizado para ayudar a los refugiados sirios en 2014, que albergó a alrededor de 20.000 personas.
Raab dijo que el Reino Unido podría también aumentar la ayuda humanitaria a Afganistán.
«Espero que aumentemos nuestro presupuesto de ayuda para fines humanitarios y de desarrollo, probablemente en un 10%, es lo que tengo en mente desde el año pasado».
«Queremos intentar asegurarnos de que no pase por los talibanes, pero asegurarnos de que podamos aliviar el sufrimiento humanitario», agregó.
El primer ministro Boris Johnson, por su parte, habló esta mañana con la canciller alemana Angela Merkel sobre la situación en Afganistán y coincidieron en que la cooperación mundial era fundamental, tanto en la urgente necesidad de evacuar a los extranjeros y a ciudadanos afganos, como en la importancia a largo plazo de prevenir una crisis humanitaria en el país y la región.
Ambos líderes resolvieron utilizar su influencia bilateral y multilateral para alentar a los socios internacionales a adoptar un enfoque conjunto para los desafíos futuros.
El premier enfatizó la necesidad de acordar estándares internacionales compartidos sobre derechos humanos que cualquier futuro gobierno talibán en Afganistán estará sujeto a cumplir dentro de la comunidad internacional.
Además destacó su intención de convocar a los líderes del G7 a una reunión virtual para discutir esto lo antes posible.
Mientras tanto, el embajador del Reino Unido en Afganistán, Laurie Bristow, continúa en Kabul, en un esfuerzo por sacar del país a los ciudadanos británicos y afganos que trabajaban para las fuerzas de la OTAN.
A pesar de los temores de que el grupo militante islamista pueda invadir el aeropuerto donde se encuentran ahora los últimos diplomáticos y personal extranjero, se espera que el embajador británico continúe tramitando visas «durante el mayor tiempo posible», informaron los medios británicos.
El Reino Unido enviará también otros 200 soldados a Kabul para acelerar los esfuerzos para evacuar a los ciudadanos británicos y aliados locales de Afganistán.
Estas fuerzas adicionales llevarán el número total de tropas enviadas a la capital afgana a alrededor de 900.