El Gobierno mostró hoy su preocupación por el paro general de la CGT y la CTA al afirmar que «es un derecho de los trabajadores» pero «no es el momento oportuno» para hacerlo y deseó poder «evitar esa situación».
Los ministros del Interior, Rogelio Frigerio, y de Producción y Trabajo, Dante Sica, salieron a sentar la postura del Gobierno frente al paro convocado para el próximo martes, que afectará diversas actividades y servicios como el transporte público, bancos y escuelas.
Frigerio indicó que «si bien el paro es un derecho de los trabajadores que hay que respetar, es un día perdido para el trabajo en la Argentina y uno tiene que hacer el esfuerzo para evitar esta situación».
«Además el paro supone el agotamiento del diálogo, la última instancia, cosa que no ocurre hoy, nosotros estamos en permanente contacto y negociaciones con los representantes de los trabajadores», agregó el ministro en declaraciones a radio Continental.
El titular de la cartera de Interior aseguró que «al día siguiente» de la medida de fuerza de las centrales gremiales el Gobierno va a «seguir conversando como hasta ahora, para mejorar las condiciones laborales» y remarcó: «Esperemos que de acá al martes podamos evitar esa situación».
Por su parte, Sica se expresó en la misma línea al señalar que «el derecho a huelga es un derecho constitucional de todos los trabajadores y organizaciones sindicales» y evaluar que, sin embargo, «no es el momento oportuno» para un paro general.
«En esta situación en que estamos haciendo un esfuerzo colectivo como para poder superar esta crisis sistémica, que nos permita de alguna manera dejar atrás estas crisis recurrentes, creemos que no es la oportunidad», abundó el ministro.
En declaraciones a Radio Nacional, el funcionario aseguró que no obstante ello, tanto él como el secretario de Trabajo, Jorge Triaca, seguirán «manteniendo el diálogo que se viene manteniendo con los gremios» y subrayó: «Lo más importante es nuestra preocupación por el empleo».
Consultado sobre quiénes son los interlocutores «válidos» con de las centrales gremiales con el Gobierno, Sica sostuvo que «son todos los dirigentes cuando hay que sentarse a discutir cuestiones que van desde cómo mejorar la calidad de trabajo, cómo mejorar los costos, cómo cambiar algunas reglamentaciones para adaptarse a los nuevos cambios tecnológicos».
La medida de fuerza comenzará, en rigor, el lunes, cuando la CTA Autónoma y la CTA de los Argentinos, junto a organizaciones sociales como la CCC, la CTEP y Barrios de Pie, lleven a cabo una jornada de protesta con un acto en el Puente Pueyrredón al mediodía, que culminará con una concentración en la Plaza de Mayo.
Se trata, según esas organizaciones, de un paro nacional «activo» de 36 horas, dado que se extenderá durante todo el martes, cuando se desarrolle la medida de fuerza general convocada por la CGT.
La protesta contará con el apoyo de los sindicatos más combativos alineados con el gremio de Camioneros que lideran Hugo y Pablo Moyano, y los principales gremios docentes de la Capital y la provincia de Buenos Aires, así como gremios estatales.
El transporte público de pasajeros; el transporte de mercaderías; la atención en dependencias públicas; la apertura de comercios; la actividad financiera; el dictado de clases en las escuelas; el funcionamiento de centros médicos; la recolección de basura y la provisión de combustibles, serán algunas de las actividades afectadas por la medida de fuerza.