Política y Economía

El gobierno advierte que el cuarto pago del IFE aún está en «discusión»


El ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni, aseguró que todavía no tomaron una decisión final en relación al bono de 10.000 pesos

El cuarto pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) por 10 mil pesos todavía está en discusión en el gobierno, aclaró hoy el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.

El funcionario evitó dar precisiones sobre si tendrá las mismas características que las tres ediciones anteriores, destinadas a paliar la caída de la actividad por el coronavirus.

«Lo que va a haber es una herramienta para seguir asistiendo. Mientras haya poblaciones que requieren asistencia, mientras la población siga afectada por un fenómeno del Medioevo en el siglo XXI», subrayó.

En declaraciones a radio Rivadavia, Moroni afirmó: «Es un tema que está en discusión y vamos a determinar cuál es la herramienta mas idónea».

La indefinición en torno del IFE y los rumores que comenzaron a circular respecto de la continuidad de ese beneficio, llevaron también a la directora ejecutiva de Anses, Fernanda Raverta, a expresarse en las últimas horas.

«Si existe un cuarto pago o se avanza en otra política social de acompañamiento con otras perspectivas, se definirá en los próximos días», indicó la funcionaria.

Según trascendió, una de las posibilidades en análisis es que la ayuda de 10 mil pesos involucre sólo a jóvenes de entre 18 a 24 años.

«La pandemia va ofreciendo una realidad distinta para analizar. Por eso no podemos decir ni cuántos IFE va a haber ni cómo van a ser. Lo que hacemos todo el tiempo es revisar en función de la salud y la situación económica y a partir de ahí tomar las decisiones», afirmó Raverta.

El IFE hasta el momento alcanza a casi nueve millones de personas, sobre todo desocupados o trabajadores de la economía informal, que perciben 10 mil pesos por parte del Estado nacional para mitigar los efectos de la pandemia en la actividad económica.

Según un informe difundido por Anses, «si bien el IFE surgió como una respuesta a la situación económica y productiva coyuntural que implica el aislamiento obligatorio, pone sobre la mesa problemas estructurales» y «expone cómo la desigualdad también es un factor amplificador de los efectos negativos de la pandemia».