"12 mil pesos nos querían cobrar por cada colectivo para estacionarnos acá, terminamos arreglando por 10 mil por cada coche", dijo un transportista que se acercó a la ciudad de Mercedes, en Corrientes
«12 mil pesos nos querían cobrar por cada colectivo para estacionarnos acá, terminamos arreglando por 10 mil por cada coche», dijo un transportista que se acercó a la ciudad de Mercedes, en Corrientes
El pasado miércoles, 8 de enero, a la ciudad de Mercedes, en Corrientes, arribaron casi 300 mil personas sólo para conmemorar el día del Gauchito Gil. Una movida popular que concentra a seguidores de todos los puntos del país.
Ubicada a 240 kilómetros de Corrientes Capital, Merecedes recibió a todos los devotos, pero no se apiadaron a la hora de darle un lugar para dejar sus autos: remises $350, colectivos $80, y combis $100.
Sin embargo, las estafas estuvieron a la orden del día en el Santuario del Gauchito Gil. En este caso intentaron cobrar 12 mil pesos a los colectivos.
“Están lucrando con la fe de los argentinos, y esto da asco” decía un peregrino llegado de La Plata junto a personas de su ciudad, Ensenada y Berisso. En este sentido continuó muy enojado: “12 mil pesos nos querían cobrar por cada colectivo para estacionarnos acá, terminamos arreglando por 10 mil por cada coche, pero haciendo algunos pocos un esfuerzo enorme, porque la mayoría de la gente que viene es gente humilde que no puede enfrentar ese tipo de gastos” decía el hombre entre la bronca y el dolor.
En cercanías al Santuario se encuentran distintos lugares para acampar y los precios tampoco son baratos. Desde 6 pesos y hasta 12 para un colectivo y entre 4 y 5 mil para un auto particular.
Además, si es necesario el servicio eléctrico, se debieron pagar 500 pesos extra, mismo precio que pidieron por el césped cortado. Más que claro, que no contaron con baños, las parrillas fueron ilusiones. Ni siquiera paradores, árboles o carpas para cubrirse del fuerte sol correntino.
Atender necesidades fisiológicas también tiene un costo en esos días en el predio del Gauchito. Y si se quiere bañar el costo aumenta casi al doble.
No sólo se disparan los “servicios”, los precios de alimentos, bebidas, velas, estampitas o imágenes aumentan un 100% de su costo habitual.
Para los comerciantes informales mercedinos son los días de oro. Siete soles para sacar el superávit necesario mediante la imagen de un santo popular que no está rodeado de precios populares.
Un Gaucho Gil cuya festividad concita incluso la atención de turistas de otros países que en motos o vehículos pasan por el lugar y sorprendidos bajan a conocer y no duda en hacer más de una hora de cola para poder llegar a la imagen del Gaucho y poder los bailes o las “musiqueadas” con las que se pagan las promesas, lo único para lo que no hay que poner un centavo.
Antes del festejo del miércoles, un grupo de peregrinos habituales, algunos con jinetes, amenazaron con derribar los puestos comerciales cercanos al Gauchito y algunos ocasionales. Aunque al final, no sucedió ningún incidente.