De ser aprobado a la Argentina le permitiría recibir alrededor de 4.350 millones de dólares en los últimos días de agosto próximo, sin costo alguno
El Directorio del FMI comenzó este viernes a discutir la propuesta formal que elaboró la titular del organismo, Kristalina Georgieva, para definir cómo será la asignación de 650 mil millones de dólares través de la ampliación de derechos de giro (DEG), la moneda del organismo multilateral, lo que a la Argentina le permitiría recibir alrededor de 4.350 millones de dólares en los últimos días de agosto próximo.
La conducción del FMI comenzó la reunión alrededor de las 15 (hora Argentina – 14 en Washington) y los detalles del mismo se darían a conocer en la jornada del sábado.
La agenda de temas “se basa en la evaluación del Director Gerente, la evaluación del personal técnico y las necesidades a largo plazo de las reservas globales”, explicó el vocero del FMI, Gerry Rice, al dar detalles del encuentro.
No está previsto que hoy haya algún comunicado oficial al respecto, indicaron fuentes oficiales a, debido a que el directorio solo analizará la propuesta, cuya generalidad es conocida.
El próximo paso previo a la aprobación será la Junta de Gobernadores, en la que participan los ministros de Finanzas de los países miembros del organismo.
“La Junta Ejecutiva solo analizará la propuesta de asignación de DEG; el siguiente paso en el proceso será que el Director Gerente prepare un informe para la Junta de Gobernadores con una propuesta para la asignación general de DEG para su posterior aprobación por la Junta Ejecutiva”, se explayó Rice.
“De modo que ese informe elevado a la Junta de Gobernadores -continuó el vocero del FMI-, tendría que ser aprobado por la Directorio, y esperamos que sea a mediados de julio”.
Una vez que el Junta Ejecutiva dé su aval, Georgieva deberá elevar el informe a la Junta de Gobernadores para que vote el informe, algo que ocurrirá en las primeras semanas de agosto.
“Si se aprueba todo esto, incluida la aprobación final de la Junta de Gobernadores, la asignación entraría en vigencia hacia fines de agosto”, completó Rice.
Georgieva en persona es quien viene trabajando hace meses en el tema, luego de que el G20 y la junta de Gobernadores del organismo dieran luz verde para avanzar con la propuesta, como parte de la respuesta a la crisis económica y sanitaria que desató la pandemia de coronavirus.
El principal objetivo de la ampliación de la moneda que decidió el FMI apunta a dar liquidez a países que cuentan con escasas reservas y problemas de financiamiento, en medio de la pandemia de coronavirus.
“Una nueva asignación de DEG, que abordaría la necesidad mundial a largo plazo de activos de reserva, beneficiaría a todos los países miembros y respaldaría la recuperación mundial tras la crisis de COVID-19. Además, sería una señal clara de que los países miembros del FMI están resueltos a hacer todo lo posible para superar la peor recesión desde la Gran Depresión”, expresó la titular del Fondo el 23 de marzo último, cuando el directorio del organismo discutió por primeras vez la iniciativa en una sesión informal, y que posteriormente obtuvo el visto bueno del G20.
En este sentido, esta iniciativa se complementa con otra que el FMI presentó al G20 para combatir la crisis, que consiste en un plan de 50 mil millones de dólares, para lograr que al menos 40% de la población mundial esté vacunada para finales de 2021 y al menos 60% para el primer semestre de 2022.
En cuanto a la participación argentina en la asignación de los DEG, como el país tiene un 0,67% de cuota en el FMI, le corresponderá al menos unos 4.350 millones de dólares, que automáticamente pasarán a engrosar las reservas, y sin costo alguno.
Pero aquí no sólo recibirán fondos los países de más bajos ingresos, sino también los de ingresos medios y los más desarrollados. Pero estos últimos tendrán la posibilidad de prestar parte de esos recursos, en beneficio de los más necesitados, si quisieran.
Argentina, México y Brasil están entre los países que, tras conocerse la iniciativa del FMI de distribuir el equivalente a 650 mil millones dólares en DEG mencionados, proponen que aquellos miembros que no necesiten esos DEG los reasignen a un fondo común para redistribuirlos entre las naciones de ingresos bajos y medios más presionadas por la pandemia.
Asimismo, si Argentina acordara bilateralmente sumar reservas en DEG de otros países que no los utilicen, la tasa actual que pagaría por pedir prestado esos DEG es muy baja, de casi 0%.
Al respecto, Georgieva afirmó que desde el FMI “estamos muy interesados en pensar en una forma en que nuestros miembros ricos, que no necesitan esta asignación de DEG tanto como los miembros más débiles, puedan transferir y prestar a través de nosotros algunos de estos DEG”, indicó.
En la misma línea, Rice expresó hace unos días que “nos alienta mucho lo que varios países avanzados y de mercados emergentes dijeron en París sobre su intención de volver a prestar parte de sus nuevos DEG en condiciones muy favorables”, como ocurrió ya en el pasado.