El «Flaco» Schiavi asistió a un curso en la Universidad Austral y dio una entrevista, la cual fue hecha por universitarios, en donde habló del fútbol en Argentina y de su carrera profesional
Le preguntaron al ”Flaco” sus motivaciones para empezar en junio pasado el Programa de Ciencias del Deporte que dicta desde este 2019 la Universidad Austral, y se largó una charla en la que reflexionó sobre la necesidad de profesionalizar la organización del fútbol, pero también habló de Argentina y de los argentinos, de la familia, los jóvenes, la vitalidad de la educación en todos los ámbitos, la vida mediatizada y la exposición pública, lo que pasa y nos pasa…
-¿Qué te motivó a ingresar en este Programa de la Universidad Austral? ¿En qué disciplinas sentías que querías profundizar más o llegar más lejos?
-Me invitó un amigo a participar. Yo estaba buscando hace rato hacer un curso, y la realidad es que en la Argentina no hay mucho, tenés que recurrir afuera. Y la verdad es que esta opción me interesó mucho y quise sumar experiencia en los distintos temas que abarca el Programa.
-¿En qué aspectos considerás que esta capacitación te puede ayudar a enfrentar mejor el día a día, y las presiones de tu actividad en el deporte?
-Principalmente actualizarme. Por citar un ejemplo, con el tema del doping que ya estuvimos viendo y es muy importante. Mi generación cuando hacíamos deporte estábamos muy cuidados de qué podíamos tomar y qué no, y sin embargo uno a veces se automedicaba sin saber las consecuencias que esto podía tener. Y durante el curso vimos qué es lo que sí se puede aprovechar cuando es necesario, sin caer en sustancias prohibidas, que cuando te pasa es lo peor que hay. También vimos Marketing que también hoy es muy importante, preparación física… y seguiremos con temas claves: medicina del deporte, psicología. A la psicología nosotros hoy la usamos mucho en el entrenamiento con los chicos, el coaching también, necesitamos tener este tipo de herramientas.
-Como entrenador de la reserva de Boca, y después del estreno de la serie que cuenta parte de la historia de Tévez, como uno de los referentes de chicos talentosos que llegan al club con muchas carencias, e incluso con experiencias de violencia en su vida cotidiana, ¿qué pueden hacer desde los dirigentes para ayudar a los chicos a transitar exitosamente ese camino?
-Hoy yo lo que veo que la familia está demasiado interesada sólo en que el chico triunfe, y eso a veces termina siendo perjudicial. Lo bueno, y lo digo como partícipe de Boca, es que hoy hay chicos que no tienen para comer, y en Boca es obligación desayunar y almorzar. Entonces muchas veces las carencias que tienen en sus casas tratamos de compensarlas en el club. También con el tema del colegio, que los obligamos a ir al colegio, que para mí es fundamental. La educación es primordial, un chico que no estudia no juega, por más que sea bueno, los obligamos. Ahora empezamos un curso de inglés para que tengan también una herramienta el día de mañana, aunque sea lo básico. Porque uno con el fútbol, a veces en la vorágine no te das cuenta, pero el chico tiene todas las tardes libres, muchos chicos viven en la pensión y de tarde no saben qué hacer, entonces también implementamos la obligación de ir al gimnasio, alentarlos a que no se “achanchen” y tengan la cabeza ocupada. Tratar de enseñarles que hay otras cosas más allá del fútbol, que no todos los chicos llegan a primera división, y entonces es bueno poder igualmente influir favorablemente en su futuro. El fútbol exige un nivel, que la mayoría no se salva por el fútbol, muchos quedan en el camino y no tienen las herramientas para defenderse en la vida.
-En la actualidad en muchos casos el fútbol –y los jugadores- están rodeados de show, farándula, “chimento”… Vos lograste un perfil muy bajo, ¿cómo lo hiciste y cómo sentís que afecta esto a los jugadores que están en el centro de estos “escándalos”?
-Lo que pasa es que hoy el tema de las redes sociales es terrible, es inmanejable. Cuesta mucho manejar a los jugadores de primera, y más nos cuesta a nosotros con los más jóvenes. Con la gente de Prensa les damos charlas de cómo manejar las redes sociales, porque muchas veces por ejemplo van chicos a practicar, y se sacan fotos en el vestuario, y el vestuario es la intimidad del jugador de primera, y por ahí ves cosas que no son para que las vean todos, no vas a ver nada raro, pero son cosas para adentro. Por eso tratamos de cuidar ese tema, y también tratamos de que no se apresuren en opiniones, han llegado chicos que han opinado de ídolos de Boca y después vienen a Boca, y es muy difícil. También les pedimos se enfoquen en el horario de entrenamiento y dejen de lado las redes. Y después, con lo que hacen fuera del horario, si salen a la noche, que se manejen bien también con lo que muestran. Hoy las redes invaden todo, me pasa a mí, que estoy en un aeropuerto con mi familia, y me sacan una foto y la publican enseguida. Entonces tratamos que se cuiden en ese sentido, porque hoy para perjudicar una carrera, no precisás mucho. Hoy en las redes opina cualquiera, y por ahí por un comentario mal intencionado perjudica cualquier carrera, es muy difícil. Por eso tratamos de que mantengan una línea.
-¿Qué sentís que puede aportarle –o no- al fútbol, esta vuelta de Maradona a dirigir un equipo argentino?
-Ojalá que sea buena, ojalá que sea lo mejor para Diego, que él disfrute y se pueda sentir feliz, y yo creo que va a pasar, que cada vez que vaya a una cancha lo van a ovacionar, porque es lo que se merece por todo lo que nos dió, así que ojalá sea lo mejor.
-¿Qué tal fue tu experiencia como actor en la serie “El Marginal”?
-Me llamó un amigo que justo lo tiene a (Rodrigo) Mora de representante y me dijo si quería actuar en la serie, y fui, pero eso nomás, me sentí muy cómodo y la pasé muy bien, fue algo muy cortito y muy rápido, y no tenía que hablar mucho así que estuvo bien, pero hasta ahí llego nomás mi carrera como actor.
-¿Y te imaginás o imaginaste algunas vez ejerciendo otra profesión que no tenga que ver con el fútbol?
-Lo que pasa es que juego al fútbol prácticamente desde que nací, y en escuelita de fútbol desde los 6 años, y jugué profesionalmente hasta los 39, así que todo está relacionado con el fútbol, no me imagino otra cosa. Disfruto en mi tiempo libre de otros deportes como jugar al golf, pero el fútbol te lleva a todo, todo el mundo me conoce por el fútbol y me gusta seguir ligado a todo lo que tiene que ver con el fútbol.
-¿Y la dirección te gusta, la disfrutás?
-Si, me gusta, disfruto estar todos los días con chicos, ver cómo crecen, cómo maduran, eso para mí es fundamental. La idea es si aparece el día de mañana la oportunidad de dirigir una primera división, son los pasos a seguir, pero estoy muy contento hoy en el lugar donde estoy, llevo 11 años seguidos en Boca, me conocen todos, desde porteros, cancheros, ´entro más fácil a Boca que a mi casa´.
-Se viene otro clásico importante, y aparece el fantasma del papelón que fue la final fallida del año pasado, cuando nos miraban de todo el mundo. ¿Qué pensás que se debe trabajar desde la prevención para que esto no vuelva a suceder?
-Nosotros hace días jugamos el clásico, el preliminar, en la reserva, y estuvo todo muy bien organizado. Lo clave fue que se pusieron todos de acuerdo, así de simple. Nos llevaron, Boca fue esta vez con el colectivo blindado, pero nos acompañó la policía, no vimos ningún hincha en el trayecto. No había gente en los alrededores, había mucha seguridad, y estuvo todo perfectamente organizado. Espero que sea así en los dos clásicos que se vienen, todo pasa por una buena organización.
-Los fanatismos y “clásicos” son parte indiscutible de la esencia y el folklore del fútbol, pero fuera del fútbol hoy se está danto también mucho fanatismo extremo y enfrentamiento social, ¿cómo sentís que le está afectando al país esta ya tristemente famosa grieta?
-Es Argentina. El fútbol siempre fue fútbol, y siempre existieron las rivalidades, las cargadas. Ahora con las redes sociales, por ahí son un poco más agresivas. La otra vez lo escuchaba a Fernando Gago hablar, y ver que se burlaban hasta de las lesiones que tuvo es muy triste, son cosas que pasan más allá de todo. Y lo humano creo que está antes que todo, y ninguno piensa en las personas, en cómo sufren, en sus familias. Y como pasa en el fútbol, pasa en la vida. Por ahí muchas veces no te das cuenta, y estás lastimando a otras personas, creo que está muy mal. Por ahí uno ahora que es más grande mira más de otra manera, desde otro lugar, y trata de corregir muchas veces cosas que para mí, como país, son incorregilbles. Es muy difícil.
-¿Qué lugar ocupan la familia y los amigos en tu vida? ¿Cómo te ocupás de preservarlo y preservarlos?
-Soy muy natural, toda mi vida me manejé en los mismos lugares, nunca me sentí una estrella, como algunos chicos hoy que no quieren ir a determinado lugar, yo voy al banco, voy a llevar y traer los chicos al colegio, voy al supermercado, hago la vida normal, cuando me piden con respeto sacar una foto acepto. No tengo nada que ocultar, y no oculto nada, toda mi vida fui transparente así, y lo sigo siendo, no me creo nada, y está todo a la vista.
-Volviendo al fútbol, ¿qué pasó respecto al fútbol internacional, que antes los equipos argentinos salían campeón del mundo, y ahora es imposible siquiera “empatar” con los equipos grandes de Europa? ¿Qué pasó en el medio?
-Creo que hay mucha diferencia en lo que ha crecido en Europa los salarios que se pagan, respecto a lo que se paga acá. Hoy ya cuando hay un jugador bueno, ya te lo sacan, y es imposible competir con los de afuera. Por eso hoy Europa tiene esos jugadores, los clubes que compiten en las ligas europeas son selecciones. Nosotros acá, tenés uno o dos jugadores por equipo que puedan estar en una selección. Fijate que a la hora de jugar es parejo, pero siempre te hacen la diferencia por la categoría de jugadores que tienen ellos. Es verdad, hace mucho que un equipo de Sudamérica no gana una final intercontinental, pero competís con selecciones. Hoy la diferencia es abismal de presupuestos que manejan en Europa con los que se manejan en el país.
-¿Está muy difícil conservar el semillero? ¿Los chicos se van cada vez antes?
-Siempre fue más o menos así, lo que pasa es que antes no te enterabas. Ahora se va alguien y se entera todo el mundo. Por ejemplo, el hijo de Simeone se fue al Atlético de Madrid, y al toque te enteraste porque sale en todos lados. Pero antes en nuestra época, también se iban chicos, por la patria potestad se llevaban a los chicos y también a los padres. Contra eso no podés competir. A veces los clubes de afuera tienen cierto respeto por el otro club, y se establece una indemnización, se paga al club de origen. Pero hoy es muy difícil competir, hasta le consiguen trabajo a los padres. Acá por ahí lo mantuviste diez años, le diste desayuno, proteínas, alimentos, lo vestiste. Y de un día para otro se van. Y así pasa también con los representantes, por dinero, hay representantes que los tuvieron desde chicos, le dieron ropa, le dieron dinero al papá, y viene otro representante y le dice “te compro la representación” o le ofrece dinero al papá, no existe ese código de antes. Es algo que está y tenés que luchar día a día, porque hoy se sigue la carrera de un chico desde todos lados, con la cantidad de programas que hay, televisan hasta los chicos de novena, 14/15 años, y eso se ve en todo el mundo, está en las plataformas y vos ponés “seguir un chico” y te aparecen todos los partidos, y hay captadores de talentos, como acá en la Argentina, en todo el mundo, en Brasil, en todos lados. Y le hacen un seguimiento antes, se hace un seguimiento familiar, y averiguan todo antes de llevárselo. Es muy difícil competir.
-Hablando de padres e hijos ¿Qué te gustaría para tus hijos?
-Que estudien, que hagan lo que les guste. No soy de obligarlos, pero primordial que estudien. A mi la carrera me dio satisfacciones pero también dejé muchas cosas de lado. Así que quiero que sean ellos, que decidan ellos. A mí, mi papá nunca me obligó a nada respecto al fútbol, sí en cambio me decía “o estudías o trabajás”, no tenía otra, y en paralelo hacía futbol. Pero estudiaba o trabajaba, no había otra opción en casa. Papá era de esos ´viejos antiguos´ que son así y no hay otra, y le agradezco, porque me hizo conocer las dos cosas. Y mis hijos hoy tienen una realidad que yo no tuve nunca, tienen cosas para elegir. Yo no podía elegir, el mismo par de zapatillas lo usaba para jugar al fútbol, para salir, y para ir al colegio. Son realidades totalmente distintas y es un desafío. Pero el estudio es primordial, ¡eso no cambió!
-En los últimos años, y a nivel mundial, es en el fútbol donde han “saltado” mucho casos de corrupción ¿Por qué pareciera que se está ´destapando´ esta especie de caja muy sucia que perjudica a un deporte con tanta trascendencia?
-Lo que pasa es que se maneja mucho dinero en el fútbol. Yo creo que en otros deportes también. Quizás el rugby, el básquet, tengan mejor imagen. Pero el rugby por ejemplo no mueve lo que mueve el fútbol. Si buscamos el mejor jugador de rugby del mundo de la actualidad, y lo comparás con Messi o Ronaldo, y por ahí ese jugador no gana ni el 10%, el rugby no mueve los montos que mueve el fútbol.
-¿Pensás que tiene que ver con que falta capacitación en la dirigencia del fútbol, ya sea a nivel local, regional o global? ¿Y en qué temas notás que falte más profesionalización?
-Yo creo que en el fútbol, por lo menos en Argentina, hay mucha desorganización. Vos ves que en Europa ya tienen un calendario pre-determinado desde que arranca el torneo hasta que termina, ya saben cuándo juegan. Inclusive hace poco fui a México y también ya saben cuándo juegan, a qué hora. Acá cada semana están cambiando todo, que el tema de los árbitros, que cambian los horarios por temas de las canchas, que la disponibilidad de la policía, y eso se ve en todos lados, esa desorganización pasa en todos lados en nuestro país. Hoy en el resto de los países está todo más organizado, y yo creo que en el fútbol argentino ¡no cambiamos más! Hoy están tratando de solucionarlo, con la superliga, pero después llama un club, “que tengo que jugar la Copa Libertadores, ¿no me cambiás el partido?”, y te lo cambian. Y también es verdad que acá los viajes de la Copa Libertadores son más largos que en Europa que es todo más cerca, te toca ir a jugar a Ecuador o a Venezuela, y si tenés la suerte de viajar en chárter, como viaja Boca, terminás el partido y volvés, pero otros equipos, por ahí no pueden salir hasta el otro día, y tienen escala, y tardan 24 horas en volver y llegás cansado. Pero creo que la organización es fundamental, en todos los deportes.
-La Superliga pareciera que profesionalizó un poco más este aspecto, por lo menos en la primera división…
-Si, y en la Reserva también, porque te obliga a jugar todos los viernes a la mañana, o sino, preliminar. Cuando antes arreglaban los equipos cualquier día, según cómo les convenía. Y eso ya te ordena, vos ya sabés que trabajás para jugar el viernes, y los chicos que no juegan, van al banco al otro día. Y eso le da a los chicos competencia, que está muy bueno.
-¿Y también mejoró un poco la equidad entre los equipos, de distintos clubes, respecto a la distribución de la financiación?
-Si, eso si, yo lo que no veo que haya mucho cambio es con el atraso del pago a los jugadores, eso sigue existiendo. Hablábamos la otra vez acá en una clase, que ponen penas, te sacan puntos, pero después van, y piden se los devuelvan, y entonces estamos otras vez en la misma. Y eso debería ser más rígido: no cumplís, tenés que pagar. Pero muchas veces tenés equipos que están peleando el descenso, y entonces si pagan, todavía cobran menos, y es todo más complicado.