Sin categoría

El ex jefe de la Uocra de Bahía Blanca se negó a declarar


(Télam) Humberto Monteros, el ex secretario general de la Uocra Bahía Blanca detenido ayer acusado de encabezar una asociación ilícita y por extorsión se negó a declarar, del mismo modo que lo hizo ayer José Bernardo Burgos, ex secretario adjunto del sindicato.

Junto con Monteros, que fue detenido ayer en la ciudad balnearia de Monte Hermoso con más de cinco millones de pesos, 100 mil dólares, armas y droga en su poder, otros cinco detenidos, integrantes de la ex cúpula de la Uocra Bahía Blanca, se negaron también a declarar anta la Justicia. Son Pablo David Gutiérrez, Mario González, Raúl Erbin, Sergio Vázquez y Wakter Paiz.
Según contó a Télam el fiscal del caso, Gustavo Zorzano, ayer se negaron a declarar cinco detenidos. «Ayer tomamos declaración a cinco, que se negaron a declarar», señaló el fiscal.
Además de Burgos, ayer se negaron a declarar Nelson Damián Cabrera, Carlos Carrillo, David Muñoz y Aníbal Aranda, todos ex integrantes de la delegación bahiense del gremio de los albañiles.
La jueza Marisa Promé, titular del Juzgado de Garantías número 4, ordenó ayer varios allanamientos que dejaron como resultado diez detenciones, que se produjeron a la madrugada.
Más tarde, se entregó Paiz, otro de los acusados, que permanecía prófugo. En total, los apresados hasta este mediodía eran once y los prófugos, tres. «Los tres prófugos tuvieron un papel protagónico, intervinieron en varios hechos», dijo a Télam el fiscal Zorzano, quien destacó que en la asociación ilícita «había una división de tareas».
El fiscal informó que se investigan «44 hechos en total», entre los que hay casos de extorsión y de otros delitos, como el de daños.
En tanto, en declaraciones formuladas esta mañana a radio Mitre, el fiscal del caso aseguró que los empresarios de la construcción de la zona «todos los meses tenían un sobre preparado» para pagarles a los emisarios del gremio que estaba liderado por Monteros y Burgos.
«Todos los meses tenían un sobre preparado en la empresa, que iba a buscar alguno de los integrantes de este grupo (por los directivos del sindicato). Era la condición para poder trabajar. Si no se pagaba esa suma mensual, la consecuencia era la paralización de las obras, o las asambleas, que eran congregaciones de gente que imposibilitaban el acceso de vehículos y operarios», explicó Zorzano.