El proceso de construcción del Kazán Arena, el estadio en donde la Selección argentina afrontará el encuentro ante Francia por los octavos de final, fue la llave ganadora de Rusia para obtener la sede del Mundial 2018, debido a la rapidez con que se levantó.
El estadio, para 45.500 personas, pertenece al club Rubin Kazan, que juega en la Premier League rusa, y su construcción fue supervisado por las autoridades de la República de Tartaristán y el costo de la misma fue de 372 millones de euros.
El proyecto del estadio y la construcción lo hizo la misma empresa que hizo a nuevo el Wembley de Inglaterra, y el Kazán Arena comenzó su armado en mayo de 2010 e inaugurado en 2013, es decir en un total de 36 meses.
El presidente ruso Vladimir Putin fue el que colocó la piedra fundacional del estadio el 5 de mayo de 2010 y dijo que la rápida construcción del estadio le permitió a Rusia quedarse con el Mundial 2018.
Kazán, desde el 2009, cuenta con el título honorífico de «Capital Deportiva de Rusia».
Entre las particularidades que tiene el estadio es que se encuentra en el distrito de Nueva Savinovsky de Kazan, entre la perspectiva Hussain Yamasheva y Chistopolskiy, cerca de la orilla derecha del río Kazanka.
Pero además su forma, si se lo ve desde la altura, se asemeja a un lirio de agua, y también posee adelantos tecnológicos increíbles para un estadio de fútbol, como WIFI gratis en toda su dimensión.
Este estadio es uno de los que más partidos reúne del torneo y allí en primera fase Francia derrotó a Australia 2-1, España a Irán 1-0, Colombia a Polonia 3-0 y Corea del Sur a Alemania 2- 0, y además del cotejo entre Argentina y Francia se disputará uno de cuartos de final.