La actriz publicó un video haciendo un descargo tras la muerte de su expareja, a quien había denunciado por violencia de género
La muerte de La Tota Santillán sacó a la luz sus denuncias por violencia de género, especialmente por parte de la actriz Fernanda Vives, que no dudó en dar detalles frente a cámaras de lo que sufrió cuando estaba a su lado.
Cansada de que la llamen para saber su opinión sobre la inesperada muerte de La Tota, Fernanda optó por publicar un video desde su cuenta de Instagram para explicar lo que siente ante esta situación que varios lamentan.
“La gente políticamente correcta, la gente que no tiene huevos, que se cree que porque hay un muerto en el medio, hay que santificarlo, dignificarlo. No me parece bien. Y la verdad que me hace mal leer todo eso, así que estoy intentando leer lo menos posible, seguir con mis vacaciones con mi familia, feliz como estoy”, aseguró Vives desde México, donde está terminando un viaje junto a su marido Sebastián Cobelli y sus hijos Brisa y Rocco.
“Y eso lo quería decir porque no puedo creer que haya tanta gente en el medio, sorete, que hablen como si estarían despidiendo a un ser de luz. O sea, perdón, pero eso es lo que siento. Y la verdad es que no me alegra la muerte de nadie, de nadie. No es mi manera de ser. Pero quieren saber y me están preguntando todos, como me están llamando para saber qué siento, todos los periodistas, gente que no me llamó nunca”, concluyó en su video.
Fernanda también publicó una foto señalando a Patricia Sosa y Victoria Onetto como dos de las mujeres que hicieron oídos sordos a las denuncias por violencia de género contra Santillán.
Cómo fue la experiencia de Fernanda Vives con La Tota Santillán
Fernanda Vives habló el año pasado luego de que la Justicia condenara a La Tota Santillán por violencia de género. “Viví cosas terribles, pero mucho no quiero contar porque tengo una hija de 11 años. En algún momento, voy a tener que sentarme a hablar con ella cuando me lo pregunte. Lamento ser la línea cronológica de una muerte anunciada, porque cuando yo hablé, los hechos ya estaban prescriptos, porque hice la denuncia en el 2019 de hechos que habían ocurrido en el 2005, pero lo hice por las chicas que estaban denunciando en ese momento. Lamento que en su momento no se me haya escuchado. La denuncia yo la hice, pero prescribió. Yo creo que él (La Tota Santillán) está protegido políticamente, pueden entrar en sus redes sociales y verlo. Y creo que los medios también lo protegieron un montón. Él ya estaba procesado y le preguntaban: ‘Cómo está la Totita?’”, dijo la actriz.
«Cada vez que me cagaba a piñas, él estaba absolutamente consciente. Por eso, yo no sabía si podía ser mamá, por ejemplo. ¡Hasta ese extremo! Pero Dios me iluminó y hoy tengo dos hijos hermosos. Yo estaba con Sebastián (Cobelli, su marido) en Mar del Plata, en plena pandemia, y escuché que él (La Tota) hablaba mal de mí en un programa. Decía barbaridades de mí y de toda mi familia. Lo fui a buscar a la peatonal de Mar del Plata, porque estaba haciendo teatro. Yo necesitaba tenerlo enfrente y decirle todo lo que pensaba. Le dije de todo. ‘¿Por qué me dañaste tanto?’, le pregunté. Mi marido me quería sacar… Es increíble que aunque pasan los años, quedás herida para toda la vida. Nosotras estamos con cadena perpetua. Te queda una cicatriz marcada adentro que no lo podés explicar. En ese momento, los abracé a mis hijos y a Sebastián y me fui. Ya no me da nada verlo: pasé de odiarlo a que no me pase nada. Él tenía una adicción con el juego, pero nunca lo vi drogarse. Cada vez que me cagaba a piñas no estaba borracho ni drogado, estaba absolutamente consciente. Me pegaba de todas las maneras», había contado Vives durante una entrevista.