Recupera la historia de juventud de su abuelo judío que, con coraje y convicción, se embarcó hacia un futuro incierto e inició una nueva vida tras huir de la violencia en tiempos del nazismo
Las historias de personas que han sobrevivido al Holocausto son muchas y es necesario conocerlas con la finalidad de que semejante atrocidad no se repita «nunca más». Adriana Lerman conoció la historia de su abuelo después de que el mismo falleciera y decidió, en base a documentos, escribir un libro que honre su memoria.
En diálogo con EQC Mujer, la autora expresó: «Es la historia de mi abuelo, basada en una investigación que realicé durante 2 años a partir de documentos originales que encontramos después de su fallecimiento. Una historia rescatada del silencio y el olvido».
El libro “El dolor de estar vivo” se publicó en Argentina, mediante la Editorial El Ateneo, y está disponible también en ebook en tematika.com Bajalibros.com kobo.com lavanguardia.com entre otras.
Sigue relatando Lerman: «Shlomo Lerman, (mi abuelo) nació en Ozarow, Polonia, el 21 de enero de 1908, en una familia judía religiosa. Junto a sus tres hermanas: Jaye Rywka, Aidel y Beile Guitl, y su hermano Chil Majer, creció rodeado de amor y cariño en un ambiente marcado por el antisemitismo y la violencia que sufría en su trabajo como comerciante de feria. Ante esta situación, decidió buscar un nuevo lugar donde vivir. En 1935, intentó hacer «Aliá“, pero el Mandato Británico cerró las puertas a la inmigración judía y su sueño se vio frustrado. Al estallar la Segunda Guerra Mundial y el avance del nazismo en Polonia, Shlomo decidió huir y viajar hasta París con una «visa de turista», pero se quedó ilegalmente allí debido a las restricciones a la inmigración judía. Después de que las autoridades francesas lo instaran a abandonar el país, se convirtió en un “refugiado indeseable”, hasta que llegó “clandestinamente” a Buenos Aires en enero de 1939″.
Fotos de Shlomo Lerman junto a su prometida, Miriam asesinada en el Holocausto
Sigue contando la autora que mientras intentaba reconstruir su vida en Argentina, Shlomo recibió una emotiva carta de su madre, en la que le preguntaba “¿también de allí te van a expulsar?” “¿tienes miedo de caminar por las calles?”.
Recibía fluida correspondencia de su familia que le brindaba amor y cariño. Sin embargo, la tragedia golpeó a la familia de Shlomo de la manera más cruel e inesperada. El Holocausto le arrebató a toda su familia, incluyendo a su madre, hermanas, tíos, sobrinos y primos, quienes fueron asesinados en el campo de concentración de Treblinka. Solo sobrevivió su hermano Chil Majer junto a su hijo Levi, después de haber sido deportados a cuatro campos de concentración y haber sido liberados en Bergen Belsen el 15 de abril de 1945. Shlomo logró reunirse finalmente con su hermano y su sobrino el 3 de septiembre de 1947, después de casi dos años de haber sido liberados debido a las restricciones a la inmigración judía que seguían vigentes en Argentina. En Buenos Aires formaron nuevas familias y árboles de vida.
Documentos originales en los que se basa el libro
Termina diciendo Adriana: «Jamás olvidaremos a nuestros muertos y honraremos la memoria de aquellos que no pudieron sobrevivir al horror del Holocausto».
La contratapa del libro dice:
«Shlomo Lerman nunca le reveló a su familia las circunstancias que lo hicieron escapar de su tierra natal, Polonia. Tampoco les contó que la tragedia del Holocausto lo había separado de aquellos a los que amaba. Y es que, a veces, El dolor de estar vivo es tan grande que no permite hablar».
Adriana Lerman, su nieta, emprende un viaje al pasado y reconstruye el camino hacia sus raíces. Mediante cartas, fotografías, documentos y testimonios recupera la historia de juventud de su abuelo judío que, con coraje y convicción, se embarcó hacia un futuro incierto e inició una nueva vida tras huir de la violencia en tiempos del nazismo.
Las fotos que ilustran la nota fueron gentileza de Adriana Lerman