Por Carlos Duclos
Bastante poco es lo que se puede decir en tres minutos y medio sobre temas tan importantes como seguridad, salud, política social, etcétera. En ese aspecto, los debates solo sirven para tener una somera idea de lo que propone cada candidato, si es que logran su cometido.
Claro que en el debate de este sábado de los candidatos a gobernadores Antonio Bonfatti, Omar Perotti y José Corral, no fue la excepción. Comenzó tratándose el tema inseguridad, tema caro a la gente si los hay y hubo críticas por parte de Perotti y de Corral hacia la gestión del Frente Progresista, pero escasas propuestas. Muchos “vamos a hacer”, pero pocos “cómo”. Corral pretendió una solución diciendo que va a traer, junto con Patricia Bullrich fuerzas federales, algo que ya se intentó y fue un completo fracaso. Hasta hubo, como se recordará, promesas de fuertes presencias que resultaron grandes ausencias. Perotti, habló de jerarquizar a la Policía, de retornar a la verticalidad, entre otras cosas.
Bonfatti mostró lo hecho en materia de detenciones a grandes bandas, el cambio del sistema penal provincial con el juicio oral y enfatizó en que es la única provincia del país que confisca los bienes a los delincuentes, recordó el equipamiento brindado a la policia y remató mostrando la foto del allanamiento y detención del candidato a senador del justicialismo en el sur provincial, Juan José Goitea, realizado hace pocos días. Nadie dijo nada sobre que la inseguridad hoy es consecuencia de la pobreza y del narcotráfico, causas que, primordialmente, le toca al Estado Nacional dar solución.
En materia de economía los tres candidatos apuntaron a privilegiar el trabajo y la producción. Como en el tema anterior, hubo promesas de hacer, pero pocas explicaciones de cómo. Corral habló de reducir los ingresos brutos y multiplicar las obras públicas en la provincia, algo que parece utópico, además de proponer la adhesión a la Ley de Riesgo de Trabajo de la Nación.
En ese sentido, Bonfatti mostró lo hecho hasta ahora por la gestión, que en realidad es mucho si se tiene en cuenta la situación económica nacional. Recordó que hay más de 12 mil jóvenes participando en el Plan Nueva oportunidad y destacó la obra pública como fuente de trabajo. En ese aspecto, recordó, entre otras cosas, que se hicieron 6 grandes acueductos en 12 años, contra uno solo construido en otros gobiernos en 24 años.
Perotti dijo que “gobernar es fomentar empleo”, propuso el primer empleo que se pagará entre empresarios y el Estado.
En materia de Educación, Perotti habló de poner énfasis en que todos los jóvenes “estén sentados en su banco de la escuela secundaria”. Es decir, apostó por la obligatoriedad de la educación y la ayuda del Estado para concretar el propósito.
Bonfatti reforzó con lo realizado por el gobierno del Frente en materia educativa, y resaltó que según el propio gobierno nacional Santa Fe es una de las provincias con mejor educación pública. Por su parte, Corral abogó por mejorar la situación de los docentes.
En suma, un debate que por los tiempos concedidos posiblemente no permitió a los candidatos explayarse, con dos claros candidatos mostrándose más fuertes, convicentes y contundentes en sus mensajes, como Bonfatti y Perotti. Un Corral muy débil en sus propuestas, con demasiadas críticas, un mensaje endeble, falta de confianza y una imagen deslucida porque su equipo posiblemente no reparó que en televisión el color de la ropa y la indumentaria, aunque no parezca, aporta lo suyo.
Bonfatti, además de las propuestas, estuvo respaldado por las obras y acciones realizadas por el gobierno del Frente que se ocupó muy bien de mostrar lo que le dio cierta ventaja. Perotti se mostró firme, confiado, mostró propuestas aunque tal vez, y como ya se dijo, sin explayarse demasiado en la forma en que las ejecutará. Por momentos incisivos algunos, en general no se pasaron del límite de lo deseado en cuanto a las críticas.
Un debate nada extraordinario que, como se dijo, tuvo dos protagonistas, Bonfatti y Perotti.