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Una noche histórica

El crack tucumano que pasó por Newell’s y hoy hace delirar a Colon


Gentileza ESPN

 

“Ser capitán de este equipo es un orgullo enorme para mí. Estar acá es algo difícil de explicar”. Con la voz entrecortada y la emoción a cuestas, Luis Miguel Rodríguez, con la diez en la espalda y una cinta que le aprieta el brazo izquierdo, se metió para siempre en el corazón del hincha de Colón. Artífice, junto a Leonardo Burian, de una hazaña sin precedentes para el club: alcanzar una final internacional, y en tierras brasileras.

Su pierna derecha, a diez minutos del final, hizo volver a soñar a Colón, que caía 2 a 0 con el Mineiro y se estaba quedando afuera del gran sueño. El Pulga, ex Atlético Tucumán, donde también es bandera, fue el estandarte en el que se apoyó todo el equipo para poder jugar un cotejo decisivo a nivel continental tras 114 años.

“Uno lleva mucho tiempo jugando al fútbol, y estar acá, poder jugar una final internacional, es algo maravilloso. Colón tiene muchos hinchas grandes. Ver al utilero, que tiene casi 80 años, llorando como un nene, es algo que no se puede explicar. Ojalá se nos dé”, esgrimió el tucumano de 34 años, con la humildad que lo caracteriza.

Colón salió a la cancha y él miró hacia el cielo. La transmisión televisiva lo marcó. “¿Estará hablando con su padre?”. El Pulga lo perdió físicamente el pasado domingo. “Fueron días muy incómodos. Mi padre fue alguien que nos dejó muchas enseñanzas”, sentenció tras el partido. Un partido, un triunfo y una dedicatoria histórica.

 

Con lágrimas en los ojos y con los hinchas de fondo coreando su nombre, el goleador tucumano cerró la nota recordando a su papá: “Gracias a Dios, desde arriba, el Viejo nos ayudó a ganar el partido».

«Botines no tuve nunca. Jugaba con zapatillas cuando había y si no, descalzo. Yo dormía con cinco hermanos en una habitación y ahora estoy en un hotel concentrando, la cama hecha, comida en la mesa, no lo puedo creer. Cómo no le voy a agradecer a la Virgen. Por la vida que tuve, nada me asusta», contó hace unos años en una entrevista con el diario Olé.