Así lo reveló un informe realizado en barrios populares de la ciudad por la diputada Lucila De Ponti y el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz
El costo de vida para una familia rosarina llegó en junio a $89.254 y un hogar necesitó $36.296 sólo para cubrir sus necesidades básicas alimentarias. Así lo reveló un estudio realizado en barrios populares de la ciudad por la diputada provincial Lucila De Ponti y el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso).
El relevamiento fue realizado en barrios como La Sexta, Mangrullo o Casiano Casas, y en el mismo se indicó que el costo de vida para una familia trepó en junio a $89.254, lo que significa un aumento del 13% en comparación al primer trimestre del 2021 y del 59% comparado de forma interanual.
El estudio indicó que solamente para cubrir las necesidades indispensables de alimento un hogar debe destinar como mínimo $36.296 y un adulto rosarino necesita $11.762 para no caer debajo de la línea de indigencia. Los alimentos básicos siguen liderando los aumentos durante la pandemia. Es el caso de los incrementos anuales promedio del aceite (106%), manzana roja (101%), carne (80%), pollo (73%) y yerba (73%).
“Seguimos con mucha preocupación la suba de precios y su impacto en los bolsillos de las familias, principalmente cuando los incrementos se verifican en los productos de primera necesidad. Esto tiene que ver en gran parte con la enorme concentración que existe en el sector de la producción y comercialización de estos productos”, expresó la diputada provincia Lucila De Ponti.
Al comparar el costo de vida con diferentes ingresos de referencia, se evidencia el fuerte golpe al poder adquisitivo. El salario mínimo, vital y móvil (SMVyM) de $25.572 apenas cubre el 29%. Tampoco cubren el costo de vida el salario promedio de un obrero de la construcción ($58.671), de un empleado de comercio ($ 54.137), y de trabajadores de casas particulares ($ 25.315) que cubren respectivamente el 66%, 61% y 28%.
¿Almacén o supermercado?
Además, también se realizó la comparación entre el costo de una canasta de productos adquirida en circuitos de la economía popular y comercios de proximidad frente a los precios de los mismos productos comprados en cadenas de supermercados.
El resultado arrojó que en circuitos de la Economía Social, Solidaria y Popular se consigue por $7.301 lo mismo que en supermercados cuesta $10.939, generando un ahorro superior al 33%.
“Una de las estrategias frente a los aumentos de los productos básicos es evitar los eslabones de los circuitos de comercialización tradicional, donde los formadores de precios terminan imponiendo su poder de especulación”, aseguró De Ponti. “Para eso es fundamental dejar de considerar a los circuitos de la Economía Popular como experiencias aisladas, y avanzar con políticas a gran escala de modelos más justos entre consumidores, productores y distribuidores de alimentos”.