Un grupo del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) registró el ADN del parásito más antiguo conocido. Este tiene entre 16.570 y 17.000 años y el descubrimiento se realizó mediante radiocarbono y tras observar con microscopios las heces fosilizadas de un felino.
Esta bacteria, dentro del excremento, fue encontrada en un refugio rocoso a una altura de más de 3.500 metros sobre el nivel del mar en la provincia de Catamarca, en la Puna argentina.
Al avistar huevos de un nematodo, supusieron que se trataba de la especie ‘Toxascaris leonina‘, detectada en varios depredadores tanto domesticados como salvajes. El análisis del ADN mitocondrial corroboró la hipótesis.
Dado que las citadas heces preceden la aparición del hombre en la zona en miles de años (los primeros pobladores llegaron a la región cerca del 11000 a. de C.), el hallazgo desmiente la noción de que el parásito se haya propagado entre la fauna local después de ser traído por perros domesticados, indican los autores. Asimismo, otro análisis de ADN mostró que las heces serían de un puma, lo que confirmó la presencia de estos felinos en la zona durante la época.
Según una de los autores del estudio, la doctora Romina Petrigh, la biodiversidad en aquellos tiempos era bastante alta. «Pumas, caballos antiguos, camélidos y perezosos gigantes vivieron juntos durante el Pleistoceno», comentó este martes la investigadora a The Guardian.