El Congreso de los Diputados español suspendió este viernes a los cuatro diputados secesionistas en prisión provisional que están siendo juzgados por el fallido proceso de secesión catalán de 2017, anunció la presidenta de la Cámara, Maritxell Batet.
No está claro si esta inédita medida en democracia alterará la mayoría de la Cámara y, por lo tanto, el umbral de votos que el socialista Pedro Sánchez necesita para su reelección. Los diputados secesionistas también podrían renunciar y su lugar sería ocupado por otros parlamentarios.
«Se encargó a los servicios jurídico de la cámara un informe para que se manifieste sobre el cómputo de mayorías», dijo Batet en conferencia de prensa. La mesa del Congreso -órgano directivo- acordó declarar de forma automática suspendidos de sus cargos a los diputados Oriol Junqueras, Josep Rull, Jordi Sánchez y Jordi Turull tras recibir el aval de los letrados de la Cámara.
La suspensión tiene efectos retroactivos al 21 de mayo de 2019, fecha en la que los secesionistas presos adquirieron su condición de parlamentarios, explicó Batet, quien calificó la situación de inédita y de una «gran complejidad jurídica».
«Se ha intentado salvaguardar los principios constitucionales y los derechos de los diputados respetando la seguridad jurídica y sin contaminación de condicionantes políticos o electorales», remarcó la diputadas socialista.
La decisión fue adoptada con la oposición de los progresistas de Unidas Podemos, cuyos representantes en la Mesa del Congreso solicitaron más tiempo para analizar el informe de los letrados de la Cámara. «En nuestra opinión, por respeto a los votantes, los diputados que somos electos debemos poder ejercer nuestras responsabilidades, que para eso nos votan», dijo Irene Montero, vocera de Unidas Podemos, quien defendió el «no» de su partido a la decisión, que entiende que en todo caso debía tomar el Tribunal Supremo.
«La suspensión venía dada por imperativo legal, lo demás era incumplir la ley. Por lo tanto, entendemos que se han perdido varios días», sostuvo, en cambio, la conservadora Ana Pastor, vicepresidenta tercera del Congreso.
El vocero de Ciudadanos, José Manuel Villegas, también criticó que la medida se haya tomado con dilación, y lo atribuyó al hecho de que la socialista Batet esté al frente del Congreso: «cuando el PSC (socialista catalanes) controla las Mesas de las Cámaras intenta dilatar la toma de decisiones para no confrontar y seguir plegándose a los a los dictados y los deseos de los separatistas», denunció.