El Tribunal Oral Federal 2 hizo lugar a un planteo del abogado Mariano Fragueiro Frías y dispuso que Fariña declare sin prestar juramento de verdad, ante su condición de condenado
El condenado y «arrepentido» Leonardo Fariña reiteró hoy sus acusaciones hacia el empresario Lázaro Báez, al declarar como testigo pero sin juramento de verdad, en el juicio por el supuesto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz.
El testimonio de Fariña fue precedido al inicio de la audiencia por cuestionamientos de defensas que recordaron que tiene condena a 5 años de prisión en otra causa por lavado de activos, una pena que no está firme porque fue apelada ante la Cámara Federal de Casación.
El Tribunal Oral Federal 2 hizo lugar a un planteo del abogado Mariano Fragueiro Frías y dispuso que Fariña declare sin prestar juramento de verdad, ante su condición de condenado.
Fariña llegó a esta instancia del proceso condenado a cinco años de prisión por supuesto lavado de dinero en la empresa «Austral Construcciones» de la familia Báez, un juicio en el que Lázaro Báez recibió una pena de 12 años y es revisado en la actualidad por la Cámara Federal de Casación.
«Considero que alguna de las partes tiene enemistad manifiesta hacia mi persona», dijo Fariña ante los jueces al comenzar su declaración y aludió a «la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner y el señor Lázaro Antonio Báez», dos de los juzgados.
Sin embargo, una ex abogada de Fariña, Florencia Guijo, declaró bajo juramento -en otra investigación por maniobras de espionaje ilegal en la ciudad de Dolores- que había «entrenado» a su ex cliente en materia de obra pública para involucrar a la expresidenta ante la justicia.
«Mi compromiso de declarar la verdad está», dijo Fariña sobre la decisión del TOF2 de no dejarlo prestar juramento.
Como ya lo hizo en otras causas judiciales en las que se convirtió en imputado colaborador, pero ahora como testigo, reiteró las acusaciones de lavado de activos hacia las empresas de Báez y volvió a involucrar al expresidente Néstor Kirchner por su relación de amistad con el empresario santacruceño.
Fariña reiteró que después de la muerte de Néstor Kirchner, Báez manifestó que «había que empezar a hacer determinadas operaciones y sacar determinada cantidad de fondos». «Todas las operaciones son a partir de noviembre de 2010», sostuvo.
Con todo, los dichos de Fariña sobre obra pública también habían sido objetados por otra ex abogada suya, Giselle Robles, quien bajo juramento también aseguró que su entonces cliente había mantenido reuniones con el ministro de Justicia del Gobierno de Cambiemos, Germán Garavano, en la que se acordó su declaración contra Fernández de Kirchner para vincularla con lavado de dinero.
La audiencia en la que declaraba Fariña es la última de este año del juicio que se reanudará en el 2022.