Ciudad

El Concejo Municipal reabrió el histórico anexo «Alfredo Palacios»


La casona, inaugurada en 1928, fue adquirida en 2011 durante la presidencia de Miguel Zamarini. Allí trabajarán las comisiones

La presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, recorrió este lunes las instalaciones de la casona restaurada denominada anexo “Alfredo Palacios” en 1º de Mayo 945, donde empezaron a funcionar las comisiones de trabajo.

Según anunció la titular del cuerpo, la habilitación del espacio permitirá un ahorro aproximado de 100 mil pesos por mes, monto que se destinaba al alquiler del edificio emplazado en Juan Manuel de Rosas 839.

Schmuck destacó que los procesos de restauración y recuperación recientemente finalizados se iniciaron durante las gestiones de Daniela León y Alejandro Rosselló.

“Es un contexto complicado pero a partir de esta pandemia decidimos digitalizar todo nuestro sistema de gestión parlamentaria y que también las comisiones puedan verse por streaming”, explicó.

Y luego amplió detalles sobre las gestiones realizadas: “La última parte de la puesta en valor la hicimos en esa clave, en dotar a las oficinas del material tecnológico necesario para que todos los vecinos y vecinas de la ciudad puedan visualizar online los debates de todas las comisiones de trabajo que van a funcionar aquí”.

También señaló que ese funcionamiento será tanto a nivel administrativo como a través de las reuniones en la que participarán concejales los lunes, martes y miércoles, días fijados para el funcionamiento.

La titular del Concejo Municipal anunció que “el próximo paso será que vecinas y vecinos puedan acceder al sistema de gestión parlamentaria desde sus casas y de manera virtual, a fin de realizar el seguimiento de expedientes”.

La acompañó el personal de gabinete, Fabrizio Fiatti, presidente de Servicios Públicos –primera comisión en estrenar el espacio– y la edila Renata Ghilotti, de Cambiemos.

Por el momento, las 12 comisiones seguirán funcionando con la misma modalidad que se instrumentó desde marzo: presidente, vice y secretario están de manera presencial y el resto de integrantes participan a través de plataforma virtual.

Puesta en valor de un edificio histórico

El denominado anexo “Alfredo Palacios” es una casona estilo neocolonial de tres plantas ubicada en 1º de Mayo 945 que se adquirió con ahorros del cuerpo durante la presidencia de Miguel Zamarini.

La propiedad fue adquirida en octubre de 2011 y a partir de 2016 se proyectó una puesta en valor y refuncionalización de los espacios para adecuarlos a la labor legislativa.

En agosto de 2019 se inició la ejecución de obras y un año después se concreta la reapertura del inmueble con el traslado definitivo de las comisiones.

“Nuestra responsabilidad como ciudadanos y como representantes de los vecinos y vecinas de Rosario es preservarlo y atesorar el pasado para poder crecer mirando al futuro. El valor histórico de este inmueble situado a 150 metros del Monumento está garantizado y nos sucederá como un legado al capital histórico de la ciudad”, expresó la presidenta.

Accesible y patrimonial

El edificio –una casa neocolonial de tres plantas– fue construido en 1928 por Silvio Miraglia. Sus espacios fueron adaptados con 12 oficinas donde funcionarán administrativamente cada una de las comisiones.

La puesta en valor abarcó las fachadas y un meticuloso trabajo manual para restaurar los vitrales, marquesinas y detalles de la casona. “Podríamos decir que quienes ingresan al anexo del Concejo Municipal descubrirán su tesoro: sus vitrales. En total son 9: 1 en puerta, 7 en ventanas y el lucernario sobre la escalera”, contó Schmuck.

Dentro de las intervenciones se incluyeron rampas de acceso y un ascensor en el ingreso al edificio que permite el acceso a las distintas dependencias. Además se agregaron baños en la planta baja y contará con dos salas grandes para realizar las reuniones de trabajo. Una de ellas se amplió para utilizarse como Salón de Usos Múltiples (SUM).

Los esfuerzos y desafíos al encarar la remodelación del inmueble estuvieron puestos en lograr que, por un lado el edificio sea accesible y que a la vez conserve el valor patrimonial del mismo dado que forma parte del inventario de Patrimonio Histórico, Arquitectónico y Urbanístico de nuestra ciudad.

“Las desavenencias económicas no fueron un impedimento para avanzar con una obra cuyo valor arquitectónico se conforma por lo que en sí representa pero también por formar parte de un conjunto de edificios emplazados en el Casco Histórico de la ciudad y en el entorno del Monumento Nacional a la Bandera”, concluyó Schmuck.