Federico Ovejero, vicepresidente de la multinacional automotriz, habló de la millonaria inversión que hará la compañía en la planta de Alvear
El vicepresidente de General Motors, Federico Ovejero, afirmó que la inversión de US$ 300 millones que la compañía reanudó la semana pasada en su planta de Rosario, «demuestra que el compromiso con Argentina se mantiene».
«Lo importante, y lo estamos demostrando con el anuncio realizado, es el compromiso de General Motors con el país, la producción, la generación de empleo y el incremento de exportaciones», subrayó Ovejero a Télam.
El ejecutivo, que es también vicepresidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), aseguró que «hay que destacar que el Gobierno mantiene un diálogo con la industria», y consideró que «sería importante rever la base de impuestos internos para que los vehículos sean más competitivos».
—¿Cómo atravesó GM estos meses de pandemia?
—Esta situación sorprendió a todo el mundo, nadie se esperaba que el mundo se cerrara y la consecuente caída de la producción. Hubo meses con producción y venta cero de autos. Y la proyección es que probablemente a nivel mundial recién a fines de 2023 se recuperará el nivel de patentamientos de 2019.
—¿Adoptaron alguna modalidad especial de trabajo?
—Trabajamos en tres grandes pilares. El primero fue garantizar la seguridad de la gente, paramos toda la producción y mandamos a la gente a sus casas, hasta que pudimos tener los protocolos necesarios para empezar a trabajar nuevamente garantizando la salud y la seguridad. Las ventas se pararon y eso generó problemas serios de caja. Trabajamos para que ese problema de liquidez no se tradujera en uno de solvencia, y no cortar la cadena de pagos a proveedores ni dejar de pagar sueldos. Cuando hay crisis en cualquier país, la casa matriz te ayuda. Pero esta vez la bomba explotó para todo el mundo, entonces no se pudo contar con ayuda financiera de la casa matriz.
—¿Y cómo resolvieron la falta de caja?
—Se trabajó con el Gobierno y con los bancos para generar coberturas que nos permitieran seguir operando. La parada productiva y de ventas nos obligó a echar mano a recursos destinados originalmente a inversiones para seguir pagando sueldos y a proveedores. Y después vino el tercer pilar de trabajo: cómo planificar la vuelta, cómo volver a vender. Trabajamos con la red de concesionarios para profundizar las ventas digitales. Hicimos una alianza con Mercado Libre. Hicimos entregas de vehículos a domicilio, incluso para testeos. El resultado fue positivo.
—¿Esto ayudó a retomar los proyectos de inversión?
—Argentina es un país sumamente importante para nuestro negocio. Así que luego de volver a producir y que comenzaron a moverse las ventas, retomamos la inversión de US$ 300 millones en la planta de Rosario. Gracias al trabajo que hicimos pudimos volver a operar y a reanudar las inversiones. Lo importante, y lo estamos demostrando con el anuncio de la semana pasada es el compromiso de General Motors con el país, la producción, la generación de empleo y el incremento de exportaciones. Fue un año difícil, los tiempos son los esperados, pero el compromiso con Argentina se mantiene.
—¿Qué expectativas tienen hacia adelante?
—Las expectativas son muy buenas. Cuando uno ve Argentina y las proyecciones de patentamientos que se venían barajando en los últimos meses, se venía un escenario de 299.000 unidades en el año. Y hoy vemos un mercado superior a las 320.000 unidades en 2020. En setiembre ya se patentaron casi 250.000 unidades. Cuando uno ve la tendencia de octubre, estamos en 16.000 unidades, con lo cual octubre será un mes que superará las 30.000 unidades. Suponiendo que haya una baja en noviembre y diciembre, así y todo, la comercialización pasará holgadamente las 320.000 unidades.
—¿Cómo evalúa el manejo que hizo el Gobierno de la pandemia?
—Ningún gobierno estaba preparado para manejar una situación así. El Gobierno intentó preservar la seguridad y la salud de la gente. Y nadie puede estar en contra de esto. Nadie tenía un manual bajo el brazo para manejar este tema. Se cometieron desaciertos, pero producto de la novedad, de lo extraordinario de la situación. Y el Gobierno intentó siempre poner la salud por sobre todo. Y después se fueron tomando medidas a lo largo de los meses. Y confiamos que cada vez se tomen más medidas para sacar adelante la economía y que vuelva el país a producir y generar empleo que tanto se necesita. Es importante, y debo destacarlo, que con el Gobierno hay diálogo. El Gobierno mantiene un diálogo con la industria, con la producción.
—¿Qué análisis hace del aumento de reintegros y la baja de derechos de exportación para el sector?
—Es un buen gesto del Gobierno. No queda claro qué va a pasar con las retenciones, porque es para el excedente de vehículos que se exporten fuera del Mercosur. Es una buena actitud, pero todavía no sabemos qué va a pasar con el resto de las retenciones, las vigentes hasta el 31 de diciembre de exportaciones a Brasil, por ejemplo. Sería muy importante acompañar con medidas similares, porque nos permitirá ser cada vez más competitivos. Hoy Argentina necesita exportar cada vez más. Cuanto menos impuestos podamos exportar en los vehículos, sin duda alguna que vamos a poder aumentar el número de exportaciones a los países que ya exportamos y a nuevos destinos también. También le planteamos al Gobierno la necesidad de rever la base de impuestos internos para que los vehículos sean más competitivos.