Desde diferentes sectores advierten por problemas en alquilares, altos costos y reconocen que todo se complicaría con el aumento del boleto de colectivo
El centro comercial de Rosario enfrenta un panorama desafiante debido a la crisis económica que se ha intensificado en los primeros meses del año. Mientras se anticipa un ajuste significativo en el precio del boleto de colectivo, comerciantes y propietarios lidian con una serie de desafíos que amenazan la estabilidad del sector.
En medio de la temporada de renovación de contratos, se observa un incremento en la dificultad para cerrar acuerdos entre propietarios y nuevos inquilinos. La caída del consumo, que rondó el 40% en enero, combinada con los salarios que aún no se han ajustado tras la última paritaria de 2023, contribuye a un ambiente de incertidumbre y desaceleración económica.
La situación se agrava con la desregulación económica y la megadevaluación del 120% experimentada en diciembre, así como la inminencia de aumentos significativos en las tarifas de servicios básicos. Esta combinación de factores ha llevado a que algunos locales permanezcan desocupados durante períodos más prolongados y que las negociaciones para su ocupación se tornen más complejas.
Según Alejandro Bassini, del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario, «el proceso de ocupación de locales comerciales se ha vuelto más similar a una transacción de compra-venta que a un simple alquiler. Los plazos de concreción se han alargado y las negociaciones son más intensas, reflejando la difícil situación económica que enfrenta la región», según dijo en una nota con diario La Capital.
Nire Roldán, de la Concejalía Popular, describe el contexto como un «tsunami económico» que golpea directamente a las pequeñas y medianas empresas, así como al consumo interno de la población. La incertidumbre económica y los aumentos de los alquileres amenazan con desplazar a los comerciantes locales, dejando espacio únicamente para grandes franquicias internacionales.
Fabio Acosta, presidente de la Asociación Casco Histórico, advierte también en diálogo con el decano de la prensa argentina sobre el riesgo de pérdida de miles de empleos si se materializa el aumento del precio del boleto de colectivo. La inaccesibilidad al centro comercial y el impacto en los salarios podrían significar un cambio cultural significativo en la movilidad de la ciudad.
En este contexto, los comerciantes y propietarios buscan soluciones para mantener la vitalidad del centro comercial de Rosario y proteger los empleos y la economía local en medio de la crisis económica y las incertidumbres que plantea el futuro cercano.
El aumento del boleto de colectivo y los negocios
El ajuste económico implementado por el Gobierno nacional liderado por el presidente Javier Milei ya se está sintiendo en diversos sectores, y los comercios del centro de Rosario no son la excepción. La Asociación Casco Histórico, que agrupa a los negocios de la zona, emitió un comunicado alertando sobre las consecuencias negativas que podrían surgir si el precio del boleto de colectivo alcanza los mil pesos.
Según el pronunciamiento de la asociación, cerca de 4.000 empleos, entre directos e indirectos, podrían estar en riesgo en los próximos meses si el costo del transporte público aumenta de manera significativa. La medida, junto con la reducción de frecuencias en algunas líneas del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP), podría resultar en el cierre de negocios o la necesidad de reducir personal debido a la disminución drástica en el consumo.
La accesibilidad al centro de la ciudad siempre ha sido un factor crucial, y el transporte público ha sido una opción vital para los residentes y trabajadores. El aumento en la tarifa del TUP afectaría no solo a los empleados de comercio, que verían hasta el 30% de su salario destinado al transporte, sino también al flujo general de clientes y trabajadores en la zona.
Los comerciantes del casco histórico reportaron una disminución del 40% en las ventas durante el mes de enero, lo que indica un panorama económico ya complicado para el sector. Aunque los empresarios no contemplan despidos por el momento, advierten que la persistente caída en las ventas podría empujarlos a tomar medidas drásticas que podrían agravar aún más la situación.
La Asociación Casco Histórico expresó su preocupación por el futuro de los negocios en el área central de Rosario y llamó la atención sobre la necesidad de encontrar soluciones que no solo protejan la economía local, sino también garanticen la movilidad y el acceso a los servicios para todos los ciudadanos.