Al pasar por calle Paraguay 465, hay un ruido diferente. Se escuchan pelotazos contra las paredes y gritos de festejos. Es que allí, en pleno centro, se encuentra el club Huracán Rosario.
La institución fundada en 1927 mantiene viva día a día la esencia de la pelota paleta. Un deporte que se juega a 25 puntos y es la adaptación de la pelota vasca, disciplina que se desarrolla en Europa.
En una cancha de 23 metros de largo y 8 de ancho, un delantero y un zaguero le dan rienda suelta al compañerismo y compiten en parejas. Con una duración de entre 30 minutos y 1 hora, los pelotaris (como se llama a quienes lo practican) estimulan sus reflejos a la par que viven con efusividad el momento.
En Huracán, casi un centenar de socios disfrutan del juego y allí, entre otros, practican Mario Basualdo, que fue campeón mundial en Barcelona e Irina Podversich, que se alzó con la gloria en México. La nacida en Entre Ríos comenzó con la práctica en el club céntrico, que le abrió las puertas para desarrollar una actividad que cada vez cuenta con mayor presencia de mujeres.
Pensando en mantener en el futuro una hermosa herencia del pasado, la institución realizó el proceso de Democratización y Transparencia con la Dirección de Clubes de la Subsecretaría de Recreación y Deportes de la Municipalidad de Rosario. Tras finalizarlo, obtuvo su ansiada personería jurídica.
“Queremos que Huracán quede para el futuro y preserve la pelota paleta”, confesó el secretario Guillermo Antonelli. Quien comenzó a practicar la disciplina de chico gracias a su padre Pablo, continuó: “Queremos sumar gente y actividades”.
“A la pelota paleta puede jugar cualquiera, nadie se queda afuera. Es para todos los géneros y edades”, resumió Guillermo, que cerró: “Mientras haya un socio que quiera jugar a la paleta, vamos a preservar la cancha”.