Por Diego Carballido
El predio ubicado en la zona de 27 de Febrero entre Valparaíso y Río de Janeiro fue un espacio en permanente disputa desde que la dirigencia del club Juan XXIII decidieran retirarse. El terreno, de casi una hectárea de extensión, está en las puertas del barrio denominado Villa Banana y había sido concedido por veinte años al club que ya no funciona en el lugar. Hoy, otra institución se abre camino.
“Por diferentes motivos el club se fue del barrio y el predio comenzó a ser utilizado para provecho propio de algunas personas. Hasta que aparecieron grupos más complicados vinculados al negocio del narcomenudeo”, explicó a CLG, Facundo Peralta, integrante de la agrupación Causa Organización Popular que trabaja en el barrio desde hace 15 años.
«Hace siete años, aproximadamente, empezamos a hacer actividades en el lugar», contó Facundo y aquella fue la primera estrategia para comenzar la disputa por el espacio que había sido cooptado por diferentes bandas dedicadas al negocio del narcotráfico. Según el integrante de Causa, a partir de un hecho de violencia que afectó a las personas que se habían instalado en el predio porque no tenían donde dormir, fue que se tomó la decisión firme de establecer un nuevo club en el barrio, administrado por los vecinos.
Ese fue el puntapié del club 27 de Febrero, que ya cuenta con su estatuto fundacional, una comisión directiva (de la cual Peralta será su primer presidente) y un nuevo nombre para el predio que se llamará “Gastón Fleitas”. «Gastón es un pibe que murió producto de un choque con un patrullero de la policía. Estuvo tres meses agonizando en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) hasta que finalmente falleció. Fue un hecho que impactó mucho en el barrio porque Gastón era muy querido», apuntó.
Fútbol y algo más
Una de las primeras actividades que funcionaron en el predio, a manera de intención de recuperar el terreno, fue una escuela de fútbol para chicos que Causa organizó en paralelo con las tramitaciones necesarias. Un trabajo que requirió de una labor burocrática administrativa para tener todas las habilitaciones requeridas, pero también fue necesario conformar un grupo de trabajo entre vecinos y vecinas del barrio con intenciones de formar parte de la nueva institución.
Desde el momento que se puso en marcha el proyecto se informó tanto a la Municipalidad como al Gobierno provincial acerca de cuáles eran los alcances de esta idea colectiva. En un primer momento, se trabajará para contar con los servicios necesarios que debe tener un club, junto con una idea de transformar al espacio en un nuevo pulmón ecológico a través de la plantación de numerosos árboles.
«Desde los dos lugares tuvimos una buena recepción del proyecto y hemos obtenido apoyo concreto del gobernador. Desde el gobierno de la ciudad aún estamos aguardando ese apoyo, pero esperamos que se concrete con la posibilidad de una sesión por un tiempo determinado del terreno que es propiedad municipal”, detalló Peralta y amplió: «Solucionar los problemas de los servicios, como luz y agua, forman parte de una problemática que sufre todo el barrio».
Paridad
El club ya tiene conformada su primera comisión directiva y para ello se tuvo en cuenta la paridad de género, «porque era un espacio ocupado totalmente por varones y la idea es que haya participación igualitaria en todos los deportes», contó a CLG Luz Olazagoitía, también integrante de Causa Organización Popular. «Entendemos a los clubes como espacios potenciadores de muchas cuestiones a nivel social, no solo desde lo deportivo», dijo Luz y argumentó que una institución como la que han creado es un aporte importante “al ejercicio de los derechos de los barrios populares vinculados al esparcimiento, al deporte y a la cultura. Nos atrevemos a pensar en más espacios donde los vecinos puedan ser felices vinculándose con el ejercicio de sus derechos».
Otra de las aristas del proyecto tiene previsto trasladar el jardín para niños y niñas que funciona en la “Banateca” dentro de las instalaciones del nuevo club. Al respecto, Olazagoitía deslizó que «durante todo el año sostuvimos un espacio de cuidado para niños y niñas de 0 a 5 años, coordinado por las mujeres del barrio y que tiene un doble objetivo, pensar en una crianza comunitaria y en la responsabilidad que tenemos sobre los pibes, ya que es una tarea que siempre está destinada a las mujeres y eso pasa en todos lados, no solo en los barrios. Estas tareas no son reconocidas como productivas y desde el espacio de cuidado se buscó una remuneración que brinde ese reconocimiento”.
«En los barrios, de a poco, se va aceptando que las mujeres nos vamos organizando y ocupando los diferentes espacios como por ejemplo la práctica deportiva del fútbol. Como en cualquier otro territorio, en los potreros también disputamos nuestro derecho a ser visibilizadas y nos ponemos a la par de los compañeros», concluyó Olazagoitía.
Situación en los barrios
Causa Organización Popular es una agrupación con presencia en diferentes barrios carenciados y es por esto que tienen un panorama propio acerca de la realidad social de la ciudad referido a problemáticas como la desocupación o la falta de alimentos.
«Fue un año muy complicado para la mayoría, no solamente en los sectores más pobres», manifestó Peralta y añadió: «Llegamos a fin de año con un clima social similar al del año pasado, con una situación complicada en muchos barrios». Según su análisis, durante los últimos días del año «hay que tener más cuidado de los narcosaqueos que de los procesos de organización popular».