En Rosario hay más de 1.700 locales vacíos. Muchos comercios se vuelcan a la venta online y las empresas reducen sus espacios físicos a raíz del home office. La opinión de referentes inmobiliarios de la ciudad
Por Santiago Ceron
La pandemia del coronavirus está teniendo un impacto a nivel mundial sin precedentes en la historia reciente, con profundos cambios en el mundo económico y laboral. El sector comercial fue uno de los más afectados en Argentina y en Rosario, y muchos no lograron reabrir sus puertas una vez habilitados. Otros decidieron volcarse a la venta online de forma definitiva para no costear los gastos de un local físico. Además, la modalidad del «home office» o teletrabajo se intensificó, lo que motiva a las empresas a achicar sus espacios de oficinas.
La pandemia no sólo trajo un golpe económico para los comercios, sino que catalizó sistemas que venían en desarrollo, como la venta online y el trabajo a distancia. En Rosario, este conjunto de factores está empujando a un gran crecimiento en el número de locales vacíos y hay preocupación en las inmobiliarias por la caída en los alquileres comerciales.
Para fines de junio, en Rosario se contabilizaron unos 1.700 comercios cerrados. «Sobre 17.000 comercios que hay en disponibilidad, cerraron alrededor del 10%», había expresado Fabio Acosta, titular de la Asociación Casco Histórico, en una entrevista con este medio. Desde entonces, ese número fue subiendo.
En ese sentido, CLG dialogó con referentes locales del sector inmobiliario, quienes analizaron la situación:
José Ellena
El ex presidente de la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros) expresó su preocupación por el contexto actual: «Lamentablemente es una realidad que día a día nos está sorprendiendo, hay muchos locales vacíos que uno los puede ver a medida que va caminando en el centro y los barrios. En el centro se nota un poco más por la concentración de locales y la variedad de rubros, pero también se pueden ver en los centros comerciales a cielo abierto como Echesortu o Alberdi».
«Hay algunos lugares del centro que dan tristeza caminar por ahí, algunas partes de calle Santa Fe, Rioja o San Juan. Hace un tiempo era impensado encontrar negocios cerrados en la peatonal Córdoba, y hoy hay 15 o 20 locales vacíos. Eso habla de que la situación económica impactó fuerte y se nota en la concentración comercial», añadió.
El referente inmobiliario rosarino aseveró que hay «mucha más vacancia y recepción de inmuebles que se van desocupando» y explicó que «es el resultado de varias cuestiones». En ese sentido, ahondó: «Una es la situación económica regular tirando a mala que veníamos atravesando antes de la pandemia. A eso se le sumó la pandemia, que hay que dividirla en dos factores: uno es la caída en las ventas y el otro es la implementación de nuevos sistemas de venta».
Ellena señaló que durante la cuarentena muchos comercios se volcaron a la venta online y a algunos les dio resultado, por lo que decidieron dejar de tener un espacio físico de venta: «Muchos locales han desarmado sus salones de ventas, arman pequeños showrooms y se fortalecen muchísimo en la venta online. De alguna forma, son cambios en los hábitos. Además, hay que tener en cuenta el sostenimiento de los gastos fijos».
Por otra parte, se refirió al teletrabajo, modalidad que ganó mucho terreno durante la cuarentena: «Sabemos de oficinas o empresas que han bajado su cantidad de metros. Hubo un caso acá en Rosario, una multinacional había alquilado un piso muy grande en el centro días antes de la llegada de la pandemia, y terminaron pactando el 50% de lo que iban a alquilar. Esto nos preocupa, porque el mercado de oficinas estaba prefijado para locaciones de rentas, son muy pocas las empresas que compran o construyen, y se va a ver resentido».
Por último, destacó la actitud de muchos propietarios de llegar a acuerdos con los locatarios por montos menores a los establecidos previamente, para evitar más cierres: «Si no hay más locales cerrados y más morosidad, es porque ha habido una empatía en una parte importante de los propietarios, que accedieron a llegar a un acuerdo. Por ejemplo, tenemos un importante complejo de canchas de fútbol 5 con un alquiler nominal de $130.000 y hoy llegamos a un acuerdo de $50.000. Como esos hay varios casos».
Andrés Gariboldi
El presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario se refirió al complejo presente que atraviesa el sector: «Hay una mayor vacancia, hay más locales vacíos. Tuvimos un 2019 muy difícil, con prácticamente tres o cuatro devaluaciones, y comenzando 2020 esperábamos una reactivación, pero nos encontramos con una pandemia. Es un combo que termina siendo en algunos casos lapidario».
Gariboldi dio números que fueron recavados por el Colegio que preside, sobre el aumento en el número de locales vacíos: «Según lo que hemos relevado en julio, de cerca de 5.500 contratos comerciales el 3,9% rescindió».
Sin embargo, resaltó que en los últimos dos meses hubo algunos datos alentadores: «Desde el Colegio terminamos la encuesta de julio que hacemos con la UNR en lo que respecta al pago de alquileres, y arrojó los mejores guarismos desde abril hasta hoy. Aproximadamente un 78% abonó el alquiler en su totalidad y el 9,1% en forma parcial. Es un dato positivo, teniendo en cuenta lo que venía pasando en abril, mayo y junio».
«El contexto no es favorable y estamos pasando un momento muy duro desde el punto de vista comercial, pero en junio y julio la actividad está un poco mejor», agregó.
Con respecto al teletrabajo, Gariboldi señaló que esperan una disminución en la magnitud de los contratos firmados: «Lo que vemos es que la empresa no va a dejar su oficina en un 100%. A lo mejor, lo que va a suceder en los próximos meses es que se empiece a requerir una menor superficie. Una empresa que necesitaba 400 metros cuadrados, con el home office pasa a necesitar 300. Son modalidades que seguramente se van a instalar».
Por último, coincidió con Ellena al resaltar las negociaciones de propietarios con inquilinos: «Muchos locales no han cerrado debido a una negociación que se llevó a cabo entre locador y locatario para encontrar puntos de equilibrio, haciendo un esfuerzo compartido. Desde el Colegio privilegiamos la ocupación, hagamos todo lo posible para que un negocio no cierre, porque termina siendo perjudicial para ambas partes».