Las nuevas generaciones se encuentran expuestas constantemente a las pantallas de televisor, celular, computadora y tablet. Ante esta realidad, especialistas explican pautas de cómo los padres y madres deben graduar la exposición de las pantallas en los menores
La escena se repite con más frecuencia y durante más tiempo. En la actualidad niños y adolescentes pasan muchas horas del día frente a las pantallas. Su acceso es variado, ya sea para jugar, mirar una película, escuchar música, buscar información o para comunicarse con los demás. Pero su uso desmedido implica graves consecuencias, según han alertado distintas organizaciones mundiales, ONGs y especialistas.
A pesar de la creciente evidencia científica que asegura que el uso excesivo de la tecnología desde una temprana edad puede plantear desafíos en lo que respecta al desarrollo social de los niños, muchos padres se encuentran en la disyuntiva de mantener a sus hijos conectados a lo que irremediablemente será parte de su vida como adultos y a la vez regular de forma segura su acceso a plataformas que pueden tener efectos negativos sobre su salud mental.
En el informe «El estado mundial de la infancia 2017», elaborado por Unicef, se analizó por primera vez de manera integral las diferentes formas en las que la tecnología afecta la vida y el desarrollo de los más chicos. Un detalle de los peligros y las oportunidades de los tiempos digitales que corren.
Los padres de hoy cuando eran niños debían negociar con sus padres la cantidad de horas que les permitían estar frente a un televisor. Cometer tal o cual desmán equivalía a prolongados temporadas lejos del aparato que a determinado día y a determinada hora pasaba los dibujos o series tan esperados por todos como: Batman, La Pantera Rosa, El llanero Solitario, El auto fantástico, Lobo del Aire, Chips, o un poco más allá con el Capitán Piluso, Margarito Tereré o Carlitos Balá.
«Para los padres y abuelos de hoy las cosas son aún más complicadas, porque no sólo deben negociar con los menores el tiempo que pueden pasar mirando tele, sino también frente al celular, la Tablet y la PC. Sin embargo, pese a la brecha tecnológica y generacional, la razón sigue siendo la misma: ganar unos momentos de paz con el chupete digital», Omar López Mato, director del Instituto de la Visión.
Un estudio realizado en 2015 por Ruth Milanaik (pediatra científica estadounidense), reveló que el 58% de los menores de 2 años había utilizado un dispositivo móvil. Por su parte, Aric Sigman (licenciado en Ciencias de la Psicología y Neurofisiología del Comportamiento) publicó en 2012 un trabajo que estimaba que los pequeños pasarían 360 días pegados a las pantallas antes de cumplir los 7 años.
En este contexto, ¿el temor de los adultos es injustificado? La respuesta es no. «Recientemente, la Academia Americana de Pediatría recomendó que ningún menor de 18 meses use dispositivos electrónicos. Dimitri A. Christakis (pediatra, epidemiólogo y miembro de la Academia Americana de Pediatría) reveló que la exposición a pantallas a tan corta edad genera un impacto negativo en el desempeño académico y social, porque reduce la capacidad de atención. En segundo lugar, investigadores de la Universidad de Wisconsin demostraron que estos chicos presentan dificultades para conciliar el sueño y tienen fases REM (sueño profundo) de menor duración», presiguió López Mato.
Problemas oculares
Otro tema no menor en la precoz exposición a las pantallas es la alta incidencia de miopía (defecto refractivo que dificulta la visión de lejos). «En países del extremo oriente donde la incidencia de miopía rondaba el 40%, subió al 80% en menos de 20 años. En Argentina y la región, el índice ronda el 30%. Esta patología se produce por un aumento del reflejo de acomodación/convergencia y su acción sobre el músculo ciliar, fenómeno que facilita el aumento del largo del globo ocular y, por lo tanto, de la miopía», afirmó el López Mato.
Por otro lado, como ciertos mecanismos cerebrales de autocontrol en los niños aún no están maduros, son más vulnerables al desarrollo de adicciones. En la Universidad de Córdoba se detectó que 1 de cada 4 usuarios de tecnología realizan un uso abusivo: estamos criando individuos acostumbrados a la gratificación inmediata de sus deseos con sólo apretar un botón.
Las autoras Loh y Kanai también sostienen que a las personas dependientes de Internet les cuesta inhibir la conducta y muestran alteraciones sobre la información y procesamiento de la recompensa.
La «digitalización» llegó para cambiar el mundo. La rápida proliferación de la tecnología de la información y las comunicaciones es una fuerza imparable que afecta prácticamente a todas las esferas de la vida moderna. Y como parte de ello, los chicos están muy presentes en Internet: uno de cada tres usuarios en todo el mundo es un menor. Así lo afirmó Unicef en su informe anual más importante.
«El estado mundial de la infancia 2017: niños en un mundo digital», analizó por primera vez de manera integral las diferentes formas en que la tecnología digital afecta las vidas y las posibilidades vitales de los niños, y describió los peligros y las oportunidades. Desde el organismo sostienen que los gobiernos y el sector privado no se adaptaron al ritmo del cambio, y esto expone a los niños a nuevos riesgos y peligros.
«Para bien o para mal, la tecnología digital es un hecho irreversible en nuestras vidas -resaltó el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake-. En un mundo digital, nuestro doble desafío es saber cómo mitigar los daños y maximizar los beneficios de Internet para cada niño».
Algunos beneficios
Pero tranquilos madres y padres del mundo: no todas son contras. En la Universidad de Wisconsin demostraron que los niños mayores de 2 años con exposición a programas apropiados a su edad tienen ventajas cognitivas sobre los que no han tenido esa oportunidad.
«Por eso, es muy importante hacer que los chicos interactúen con juegos rales, y no virtuales, que los ayuden a desarrollar habilidades mediante la toma de decisiones, el análisis, la observación y la resolución de propuestas en un mundo donde la cibernética será una parte esencial en su vida laboral y social», apuntó López Mato.
«El sedentarismo es es gran criminal del siglo XXI. Y el hombre es un animal nacido para caminar, pero como no lo hace, el sendentarismo se convirtió en los últimos años en un gran problema a nivel mundial. Por ello, se debe alternar el uso de pantallas con ejercicios, juegos y deportes al aire libre sirve para combatir la obesidad y el sedentarismo», concluyó el especialista.
Pautas para tener en cuenta
- Las pantallas no son recomendadas para los menores de dos años, cuanto más tiempo se pueda restringir el acceso a ellas mejor será su desarrollo
- Hasta los cuatro años sería ideal no superar la hora diaria de exposición y luego de los cinco años hasta dos horas por día.
- Descansar la vista cada 20 minutos. Para eso basta con mirar a un objeto lejano y parpadear varias veces durante 20 segundos.
- Evitar que usen dispositivos lumínicos antes de dormirse.
- Comunicar a los chicos que un adulto estará al tanto de sus actividades en línea. Una opción para facilitar esto es ubicar la computadora en un lugar común del hogar como el living donde la pantalla sea visible.
- Elegir un sitio adecuado como “página de inicio”. Armar y supervisar una lista de sitios favoritos.
- Enseñar a los niños a consultar antes de facilitar datos personales mediante e-mails, chats, foros o formularios.
- Intentar navegar y chatear de manera frecuente junto a aquellos que se inician en Internet.
- Conversar con los niños acerca de las actividades que realizan en línea del mismo modo que de otra actividad cotidiana. Hablar también sobre situaciones desagradables que hayan vivido en relación a Internet.
- Lo principal es que los padres estén atentos a lo que los chicos informen, es importante escucharlos y acompañarlos en estas etapas de descubrimiento.
- FUENTE: Infobae