Por Diego Carballido
En octubre del año pasado, el gobernador Miguel Lifschitz junto con la intendenta Mónica Fein, en el marco del Plan Abre, permitieron la utilización de unos terrenos para la instalación de un club ubicado detrás de la escuela Nº 407, en la puerta de entrada al barrio Las Flores, en la zona de España casi Circunvalación. Quien estuvo en la gestión de esa entrega, quien soñaba desde hace muchos años poder disponer de esos terrenos para llevar adelante una idea que compartía con un grupo de amigos es César Delgado, más conocido como el “Chelito”.
«Teníamos la idea de fundar un club en el barrio con mis amigos desde la época en que éramos chicos y jugábamos todos juntos a la pelota. Surgió esta posibilidad y hoy el Club Deportivo Amistad les permite a los chicos de Las Flores practicar un deporte acá en el barrio”, dice orgulloso el ex delantero de Rosario Central.
«Club Deportivo Amistad les permite a los chicos de Las Flores practicar un deporte acá en el barrio”
El desempeño adentro de las cachas, no sólo de Argentina sino de otros países, le permitieron a Delgado tener un reconocimiento y un cierto nivel de fama. A pesar de eso, el “Chelito” nunca se olvida de sus orígenes y es un orgulloso vecino del barrio Las Flores. «Siempre es bueno volver porque me da mucha nostalgia y me llena de energía. Toda mi infancia la hice ahí, sigo viendo a la misma gente en la cuadra donde yo vivía. Siempre es lindo regresar a pesar de que muchas veces se le hace mucho cartel al barrio y no es tan así», relata.
El Club Deportivo Amistad es llevado adelante por el esfuerzo de César y de su grupo de amigos junto con los vecinos del barrio. En la actualidad, ya cuenta con un equipo que compite todos los fines de semana en la Liga Lifa, con sus correspondientes categorías infantiles, un equipo de fútbol femenino que por el momento sólo tiene encuentros amistosos pero planea ingresar a un torneo competitivo y la reciente incorporación de la práctica de rugby.
«Un club bien de barrio. Los profes son los padres de los chicos, el buffet lo manejan mis amigos y los vecinos de la zona. Se hace todo a pulmón», explica el “Chelito”.
«Un club bien de barrio. Los profes son los padres de los chicos, el buffet lo manejan mis amigos y los vecinos de la zona. Se hace todo a pulmón»
Como toda institución que se está formando, tienen la satisfacción de haber logrado este presente pero sueñan con nuevos desafíos. Al respecto, César comparte: «Voy sumando gente que nos puede ayudar, aprovechando que soy una persona pública siempre pido que nos den una mano. Desde elementos para el club hasta lo necesario para que los chicos puedan tener una merienda”. Y agrega: «Hoy tenemos la intención de cerrar el predio. Si bien la Municipalidad nos dio un terreno, iluminación y parte de los vestuarios, por lo que estamos más que agradecidos, seguimos sumando esfuerzos para poder establecernos. Por eso, queremos cerrar el club para poder organizar más actividades, como por ejemplo otra cancha de siete y poder hacer la de once”.
«Lo que logramos es muchísimo, pero el día de mañana estaría bueno que siga creciendo. Que el club sea tan importante para el barrio como lo es hoy y venga gente de todos los barrios de alrededores», concluye el “Chelito”.
