Ciudad

El Centro Entrerriano hizo muestra de arte para destacar «el valor de los humedales»


CLG dialogó con Maricel Sauán, presidenta de la entidad, quien contó los detalles de la exposición, en la que participaron 20 artistas de la región con el propósito de "visibilizar, criticar e impulsar la ley de humedales"

Por Sofía Dalonse

El Centro Entrerriano de Rosario «Pancho Ramírez» llevó a cabo la muestra plástica «Humedales» para reivindicar su valor y visibilizar el impacto negativo que genera las quemas en las islas. La exposición, que se llevó a cabo el pasado sábado 7 de mayo en la sede de la entidad, obtuvo una «repercusión muy positiva en el ámbito del arte arte y la cultura» que se vio reflejada con la participación de 20 artistas de la región.

Así lo manifestó su presidenta, Maricel Sauán, al referirse a la jornada realizada en las instalaciones de Buenos Aires 2565. En diálogo con CLG, contó que la iniciativa se viene gestando desde el año pasado en distintos espacios y finalmente llegó al centro. En este sentido, comentó: «La idea surge en septiembre de 2021 a partir de la necesidad de un grupo de profesores de movilizarse y criticar pacíficamente las quemas de los humedales por lo que convocan a realizar una muestra colectiva».

Y continuó: «En ese momento no pude participar por cuestiones de tiempo y cuando asumí la presidencia se me ocurrió ofrecer el espacio para hacerla ya que me pareció una buena propuesta porque los humedales están en medio de las dos provincias».

Asimismo, destacó que expusieron 18 artistas rosarinos y otros dos, oriundos de Victoria, Entre Ríos. «El objetivo principal es mostrar, criticar, sumarnos a la protesta e impulsar la ley de humedales, que es tan necesaria». 

Sauán, que además de estar al frente de la entidad, es licenciada y profesora en Bellas Artes, habló del mensaje que busca expresar mediante su obra que también estuvo exhibida en el Centro Entrerriano: «La angustia y el dolor del verde naturaleza cuando se transforma en rojo de las llamas de fuego. Momento en el que se desvanece la vida y no lo podemos proteger ante la avaricia de la mano del hombre…»

Acerca de las obras y los artistas

Carlos Claro Díaz, artista de Victoria, celebró el encuentro y se refirió a su obra: «Vengo de Victoria, pero además vengo de las islas, y este puente que nos une debe ser también un puente cultural, un puente amistoso para que podamos compartir lo que el arte pueda expresar. Mi humilde aporte trata del patrimonio arquitectónico de una época que ya no está».

En la misma línea, añadió: «Se trata de sus vestigios, en donde la naturaleza se apropia del trabajo humano. Nadie pensaba hace casi 100 años, que esta generación debía defender hoy al agua, al aire y a la tierra como patrimonio de todos».

Diana Campos, también de Victoria, habló de la muestra y dejó su reflexión: «Desde el espacio común, los intercambios de saberes, los modos y los medios que cada comunidad dispone para vivir en el paisaje, Interpelamos las representaciones que castigan al territorio, cuestionándonos quienes somos, que hacemos y que buscamos de él. Accionamos, intervenimos. Des-ocultando la escala íntima del territorio, poniendo en juego a los deseos, para dar cuenta que el arte llega al lugar, para ayudar a ver y re-pensar, que ya no podemos vivir como antes».

Por su parte, Alejandra Picco  presentó “Las Nuevas Naves I”, una obra mixed media dentro de una serie del mismo texto visual, construida a partir de collage de materiales orgánicos (restos de vegetación recolectada de parques), materiales reciclados (soporte de maderas obtenidas de cajones de frutas), tejido gestual realizado con lanas donadas. «Comencé a construir estos soportes durante la  pandemia , acompañando el crimen ecológico que estábamos sufriendo a cuadras de nuestros hogares, de nuestra ciudad, mientras ardían nuestros Humedales y con ellos comenzaba un largo proceso de destrucción e impunidad» expresó la artista y señaló que a toda iniciativa o acción de destrucción, se le opone por respuesta otra fuerza de igual intensidad pero de dirección opuesta: la de reconstruir, salvaguardar, reparar, sembrar y finalmente revertir ese desorden. «Es por eso que elijo priorizar los procesos para la construcción de mi obra, elijo utilizar materias que fueron órganos  vivos, partes de árboles y arbustos, y objetos que se realizan mediante las manos que hacen y dan vida, como el tejido», señaló.

La obra de Marcelo Propezzi representa el S.O.S, el pedido de auxilio, «la desesperación por lo que viene, por lo que avanza, arrasa, destruye a su paso, no queda nada. Si bien es sagrado, adorado, idealizado; es todo lo malo para un humedal, por eso S.O.S fuego», según manifestó el autor.

Asimismo, Diana Ivern propone salvaguardar los humedales, «herencia natural y cultural, voz contemporánea» expresada en la Serie Lágrimas. Se trata de un conjunto de obras interviniendo pañuelos  que pretende mantener los valores de este paisaje amenazado. «Barranca, ciénagas, esteros, pantanos, conforman la identidad de la costa rosarina y sus islas. La acción del ser humano sobre esta geografía incide muchas veces agrediéndola, poniendo en peligro todo el ecosistema», señaló Ivern.  La serie está compuesta de “Fuego”, “Sequía”, “ Contaminación”, “Negocios” e “Inundación”.

Finalmente, Clara González Bolognesi habló de la experiencia de su obra «Garza«: «La primera vez que la vi fue una experiencia estética maravillosa. En el fondo de mi casa, que aún tenía un tramo del azul río Paraguay desbordado, una soleada mañana de invierno, bajo un cielo límpido que se reflejaba en el agua, llegó volando bajo y se posó. La tristeza de los días precedentes de pronto se detuvo en un instante eterno al ver esa garza de patas rosadas rodeada de camalotes en la misma posición que ahora en esta acuarela». Tras el relato, concluyó: «Hoy expreso con agua y pinceles, ¡Nuestros humedales son pura vida, son belleza, basta de destruir nuestros humedales!»