Dicen que el silencio es salud y el diario «El País» en su suplemento Buena Vida, publicó un artículo de Sergio Amadoz, que detalla las virtudes del primer MINI híbrido, dice lo siguiente:
«Qué silencio. El coche está detenido en el semáforo y, desde su asiento, el copiloto mira delante y atrás, curiosea en la guantera, baja la ventanilla… “¡Qué silencio!”, repite. Luego el MINI Countryman Híbrido Enchufable empieza a moverse con la exclusiva delicadeza de los coches eléctricos y, en lo que se tarda en decir el nombre del modelo, el conductor ya ha tenido tiempo de quedar cautivado por el primer híbrido de la historia de MINI.
Este MINI enamora por su diseño arrebatador, por la amplitud y la calidad de su habitáculo, por el notable maletero (405 litros) y, sobre todo, por las sensaciones al volante. Cuando se pone en marcha, el modo de conducción híbrida activa el motor eléctrico hasta los 80 km/h y el coche se desplaza como si no estuviera, sin consumo de gasolina ni emisiones. Sienta bien moverse sin molestar. Y con alegría: la potencia llega instantáneamente en cuanto se apoya el pie en el pedal. A más de 80 km/h el motor de gasolina entra en acción, pero no lo parece. La transición es casi imperceptible. Qué silencio y qué suavidad.
Y a menor velocidad, de nuevo, el MINI Countryman Híbrido Enchufable vuelve a modo eléctrico, y así va controlando siempre el consumo de combustible y dejándolo en niveles casi inapreciables. Una manera eficiente de adaptarse a la conducción, pero sin dejar desasistido al conductor en ningún momento: si la carretera exige más potencia (una calle en cuesta, por ejemplo), el motor de combustión entra en acción al instante y garantiza el empuje necesario en el momento exacto.
Pero no es obligatorio gastar gasolina. Un toque en el botón eDrive basta para elegir el modo completamente eléctrico (y limpio) hasta los 125 km/h, perfecto para desplazamientos urbanos de hasta 41 kilómetros. En realidad, gracias a la recuperación de energía de las frenadas, y con una conducción tranquila, por las calles de una ciudad la autonomía se puede aprovechar al máximo. Cada vez que el conductor desacelera o pisa el freno, las baterías de litio recuperan parte de su carga.
El centro de la ciudad, de hecho, es una delicia con el MINI Countryman Híbrido Enchufable: con el distintivo 0 emisiones de la DGT evita siempre las restricciones de tráfico, ya sean por contaminación o por decisiones de movilidad. “¿Y por qué no has pagado en el parquímetro?”, pregunta intrigado el copiloto. Cierto. Otra ventaja: en la calle el estacionamiento es gratuito y sin límites de tiempo en ciudades como Madrid (zona SER) y Barcelona (zona AREA). Además, este distintivo de la DGT exime de pagar el impuesto de matriculación y reduce el impuesto de circulación de manera notable (el descuento depende de cada Ayuntamiento).
En todo caso, el MINI Countryman Híbrido Enchufable no tiene por qué quedarse en la ciudad. Y eso se aprecia nada más entrar en él: por dentro ofrece mucho más espacio del que pudiera parecer, y además el maletero tiene capacidad para una familia media. Y en carretera responde igual de bien que en ciudad. Firme en las curvas, silencioso y siempre delicado para el conductor y los ocupantes.