Los incrementos de combustibles, repuestos, salarios de choferes y los bajos subsidios nacionales llevarían a una nueva alza para poder viajar
Rosario enfrenta un panorama crítico en relación con la tarifa del transporte público de pasajeros. Las autoridades locales, en conjunto con las de Córdoba y Santa Fe capital, evalúan cómo mantener el boleto de colectivo en 240 pesos. La preocupación surge a raíz de las políticas restrictivas en materia de recursos implementadas por el Gobierno nacional de Javier Milei y por estos días analizan si se viene o no un nuevo incremento.
El transporte público en la ciudad ha experimentado aumentos significativos en los costos operativos. Entre diciembre y enero, el precio del combustible casi se duplicó, los neumáticos aumentaron más del 100%, y las unidades cero kilómetro pasaron de 113 millones a 253 millones de pesos. En este contexto, la Municipalidad de Rosario ha triplicado la inyección de dinero para sostener el sistema, elevando su aporte al Fondo Compensador del transporte de 250 a 770 millones de pesos mensuales.
La incertidumbre se intensifica debido a la falta de claridad en la distribución de los subsidios nacionales. Aunque el gobierno de Milei destinó 1.100 millones de pesos a la provincia en diciembre, la distribución precisa hacia el interior del país es desconocida. En tanto, los aportes municipales al fondo compensador aumentaron un 208% en 2023, superando el 40% de la responsabilidad tripartita con la provincia y el gobierno nacional.
La antigüedad de la flota y los aumentos de insumos, sumados a la devaluación, plantean desafíos adicionales. El precio de los colectivos nuevos se incrementó en un 580% en el último año, afectando la posibilidad de mejorar el servicio y las frecuencias.
Aunque se espera un nuevo estudio de costos que podría situar el valor del boleto en más de 600 pesos, las autoridades no contemplan, por el momento, un aumento inmediato.
En este contexto, la tarifa actual de 240 pesos en Rosario se encuentra por debajo de la de muchas otras ciudades del país. La ciudad se ubica en el puesto 23 entre 58 urbes en términos de tarifa, al mismo nivel que Córdoba. En contraste, AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) recientemente aumentó su boleto a 76,92 pesos, generando indignación entre los usuarios que pagan hasta cuatro veces más en otras partes del país.
La situación, marcada por la incertidumbre y la complejidad financiera, plantea desafíos significativos para el transporte público en Rosario, que busca equilibrar la sostenibilidad del sistema con la necesidad de mantener accesible la tarifa para los ciudadanos.
La voz oficial
El jefe de Gabinete de la Municipalidad de Rosario, Rogelio Biazzi, dijo que el sistema se encuentra en un momento “complejo” con un “aumento de insumos bestial”.
En declaraciones a Cadena 3, Biazzi afirmó: “Otro tema que es importante es la suba de las unidades 0km. Si no comprás, no podés reponer y aumenta el costo operativo de los coches que tenés. Al momento complejo que atravesamos se le suman los subsidios. Hace tiempo que tenemos un problema grande con la distribución nacional, que es baja al Interior respecto del 85 por ciento de los recursos que queda en el AMBA”.
Uno de los funcionarios más cercanos al intendente Pablo Javkin dijo que la Municipalidad aumentó sus partidas al Fondo Compensador, que se compone de recursos que también provienen de la Nación y la Provincia. “En 2022 aportamos el 33 por ciento del total y ahora más del 40 por ciento”, expresó.
“La tarifa tiene que ver con una parte de los recursos que toma el sistema y un ajuste que hay que aplicar respecto de la inflación”, dijo Biazzi. Y concluyó: “Los plazos para el aumento del boleto se cumplen, en enero se podría incrementar la tarifa con condiciones del IPC de los dos meses anteriores. Estamos trabajando eso en conjunto con Córdoba. Estamos esta semana y la que viene reuniéndonos para tratar este tema”.