Entre los puntos salientes de su estrategia, se destaca su intención de "procurar disminuir las tasas de inflación" y de "estimular la oferta de crédito al sector privado"
Entre los puntos salientes de su estrategia, se destaca su intención de «procurar disminuir las tasas de inflación» y de «estimular la oferta de crédito al sector privado»
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció hoy que los principales objetivos que se propuso para este año apuntan a bajar la inflación a través de una administración prudente de la oferta monetaria; mantener regímenes de flotación del peso con la actual regulación cambiaria, estimular la oferta de crédito al sector privado y velar por la estabilidad financiera, según un documento que publicó la entidad en su página web.
El texto titulado «Objetivos y planes respecto del desarrollo de las políticas monetaria, cambiaria, financiera y crediticia para el año 2020», estableció las metas de trabajo y presentó un escenario al cierre de 2019 en esos aspectos.
Así la entidad detalló que estos objetivos se presentaron en cumplimiento con el artículo 42 de la Carta Orgánica.
Y, aseguró que durante 2020 el BCRA orientará sus políticas para «procurar disminuir las tasas de inflación contribuyendo con la prosecución de los objetivos derivados del acuerdo social mediante la administración prudente de la oferta monetaria de la economía. Dentro de la misma, se contempla atender las necesidades indispensables de financiamiento del Tesoro».
Además, determinó «mantener el régimen de flotación de la moneda local en el marco actual de regulación cambiaria» al tiempo que «se propenderá a la acumulación de reservas internacionales permitiendo incrementar los grados de libertad para ejercer una política económica autónoma».
El Banco Central también precisó que trabajará en «estimular la oferta de crédito al sector privado, atendiendo las necesidades de capital de trabajo derivadas del estado de situación de emergencia en el que se encuentra el país, y propendiendo a la participación del financiamiento productivo a largo plazo, particularmente el destinado a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs)».
Por otra parte, puntualizó que velará «por la estabilidad financiera perfeccionando la regulación micro y macro prudencial, por un lado, y propender a una mayor inclusión financiera, por el otro. En ambos casos, atendiendo a las oportunidades y desafíos regulatorios que brindan los avances tecnológicos».
El Central aseguró que «el crédito al sector privado se derrumbó en 2019» y recordó que en el acuerdo Compromiso Económico y Social firmado por el Gobierno, empresarios y sindicatos «se reconoce la importancia del crédito bancario para la vivienda y la producción».
Al respecto, indicó que «estimular el otorgamiento de nuevos créditos no solo favorecerá la reactivación económica, sino que también contribuirá a reducir los niveles de morosidad que se duplicaron en los últimos 12 meses».
Señaló también que en 2019, la liquidez del sistema financiero se administró con instrumentos de regulación monetaria con plazos desde 1 día (operaciones de pase) hasta 7 días (Leliq), «incrementando notoriamente el riesgo de administración de pasivos del BCRA».
Por ello, sostuvo, «la futura estrategia de absorción de excedentes monetarios propenderá al alargamiento de plazos y a la reducción de su costo».
En cuanto a las reservas precisó que «en la medida de los posible, atento a las obligaciones en moneda extranjera que penden sobre el país y sin perjuicio de las negociaciones que se mantengan con nuestros acreedores, el Banco Central buscará nutrir sus reservas con compras de divisas al sector privado».