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El barco «Ciudad de Rosario» vuelve a navegar: fue vendido y seguirá en manos rosarinas


La histórica embarcación del turismo fluvial fue adquirida por tres jóvenes de la ciudad que planean reactivarla

El barco «Ciudad de Rosario», emblema del turismo fluvial y parte del patrimonio cultural de la ciudad, fue vendido y retomará su actividad luego de varios años amarrado. La noticia fue confirmada por Haydée Oficialdegui, histórica propietaria de la embarcación, quien celebró que el buque quede en manos de jóvenes rosarinos con proyectos para volver a ponerlo en marcha.

“Estoy feliz de que se quede en Rosario y en manos de jóvenes con mucho empuje, ganas e ideas nuevas. Seguro será un boom. Se vienen nuevos aires para el río”, expresó Oficialdegui, visiblemente emocionada, al confirmar la operación.

El barco, que durante más de 50 años realizó los tradicionales viajes entre las costas rosarinas y las islas entrerrianas, atravesó una etapa crítica a partir de la pandemia, la histórica bajante del Paraná y los altos costos para renovar su certificado de navegación. Esa combinación obligó a la familia a tomar la difícil decisión de venderlo.

Los nuevos dueños son tres amigos, de alrededor de 40 años, amantes del río y con experiencia en embarcaciones, quienes se interesaron por el Ciudad de Rosario tras conocer su historia. “Me dijeron que era imposible que este barco desapareciera por su valor histórico y su potencial turístico. Se emocionaron al verlo y tienen muchas ganas de hacerlo navegar otra vez”, contó Haydée en declaraciones a La Capital.

La embarcación, con capacidad para más de 300 pasajeros, fue pionera del turismo fluvial en la ciudad. Cuenta con dos motores, usina eléctrica propia, salones, bar, pista de baile y aire acondicionado, y fue reconstruida íntegramente en Rosario entre 1964 y 1971, antes de su primer zarpe oficial en febrero de ese año.

En este nuevo escenario, Oficialdegui también pidió el acompañamiento del Estado municipal y provincial para potenciar el proyecto. “Ojalá que la Municipalidad, la Provincia y los entes turísticos acompañen a estos chicos. El barco es una herramienta clave para que Rosario siga creciendo como ciudad turística”, remarcó.

A sus 70 años, Haydée cierra una etapa profundamente ligada a su vida y a la historia del río. “Es como un hijo que creció y sigue su camino. Lo importante es que vienen nuevos tiempos para el Paraná, para el barco y para los rosarinos y turistas”, afirmó.

Con los ajustes técnicos pendientes y la revisión correspondiente, el Ciudad de Rosario se prepara para volver a soltar amarras y recuperar su lugar en el paisaje y la memoria viva de la ciudad.