CLG recorrió locales de ambos sectores y dialogó con dueños y empleados, quienes en general realizaron un balance "positivo" gracias al hecho de haber estado abiertos todo el año
El 2020 llega a su fin y es momento de mirar hacia atrás y realizar balances de lo que fue este año atípico, marco por la pandemia del coronavirus y sus consiguientes cuarentenas. Fue un año negro para prácticamente todos los sectores, puntualmente para los comercios y locales gastronómicos, que estuvieron cerrados durante la etapa más estricta del confinamiento.
Sin embargo, hubo rubros denominados esenciales que pudieron mantener sus puertas abiertas durante todo el año. Tal es el caso de las farmacias y las ferreterías, quienes sufrieron una inevitable caída en las ventas, pero que se encontraron en una situación más favorable que otros comercios.
En ese sentido, CLG recorrió farmacias y ferreterías de la ciudad, y dialogó con sus dueños y trabajadores, quienes relataron lo que fue el 2020 para ellos y realizaron un balance del año.
«Este año fue un poco duro para los farmacéuticos. Estuvimos al pie del cañón desde el primer día, somos personal esencial y tenemos que estar al cuidado de toda la población. Los primeros días fueron agotadores porque tuvimos que reinventarnos. Había farmacias que no tenían las herramientas para tener los cuidados que necesitábamos», comenzó explicando la dueña de una farmacia.
«Cada uno se fue reinventando y hoy ya podemos decir que trabajamos bien, con todos los recaudos. Tuvimos que acostumbrarnos a las recetas digitales, a manejarnos por WhatsApp, la gente mayor no podía acercarse, un montón de cosas. Si bien es un balance positivo desde nuestro trabajo, se está notando que la gente en este momento no está pudiendo acceder a los medicamentos como lo hacía antes», continuó.
Con respecto a la situación económica, la mujer expresó: «Tenemos atrasos en los pagos de las obras sociales. Además, la gente pide alternativas al momento de comprar. Tenemos que dar más ofertas para que la gente pueda acceder al medicamento».
Por otro lado, el dueño de otra farmacia celebró el hecho de no haber tenido que cerrar: «Somos un rubro en el que no se cortó la actividad en ningún momento. Contrario a otros sectores, tuvimos un aumento de las ventas producto de todo lo que la gente iba necesitando. Por suerte no hemos tenido faltante de alcohol ni de guantes. El cierre de año para nosotros es positivo, esperamos que se termine este tema y sigamos trabajando normalmente».
«La psicosis del principio ya no existe y la gente está muy relajada. Acá a veces renegamos con gente que ya directamente entra sin barbijo ni protección. El mensaje es que si no nos cuidamos nosotros no nos cuida nadie», agregó, en referencia a los cuidados de los rosarinos.
Por otro lado, un empleado de una ferretería contó que las primeras semanas de la cuarentena en Argentina fueron positivas para el sector, pero que luego sufrieron una caída en las ventas: «En el principio de la pandemia la gente estaba encerrada y no tenía otra cosa que hacer además de ponerse a arreglar y pintar, por lo que las ventas mejoraron. Luego, como todo, hubo un bajón, y ahora se nivelaron un poco nuevamente, más allá de que ahora tuvimos el paro de areneros y cementeros».
«Fuimos uno de los rubros que salió beneficiado por seguir trabajando, por ese lado fue bueno y lo supimos aprovechar. Los precios aumentaron un poquito, tratamos de mantenerlos acorde al bolsillo del cliente», añadió.
El dueño de otra ferretería señaló: «Los meses anteriores a diciembre estuvieron complicados, más allá de que al principio estuvieron mejor porque la gente estaba en su casa y buscaba cosas para hacer. Después bajaron bastante las ventas, ahora diciembre está intentando repuntar un poquito, veremos cómo termina».
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