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El austríaco Thiem, arrepentido de haber participado en el polémico «Adria Tour»


"Nuestro comportamiento fue un error, estábamos demasiado eufóricos y lo siento mucho”, declaró el tenista

El austríaco Dominic Thiem, número tres del tenis mundial, consideró hoy que «fue un error» y expresó estar arrepentido de haber participado de la exhibición denominada «Adria Tour», en los Balcanes, que debió ser cancelada antes del final tras arrojar ocho casos positivos de coronavirus.

«Nuestro comportamiento fue un error, estábamos demasiado eufóricos y lo siento mucho. Nos sentimos motivados de volver a jugar con público después de varias semanas y confiábamos en las medidas que adoptó el gobierno serbio para controlar el coronavirus, pero creo que fuimos demasiado optimistas», publicó Thiem, de 26 años, en su cuenta de la red social Instagram.

Thiem, ganador de 16 títulos en el circuito de la ATP, dos de ellos en Buenos Aires, en las ediciones de 2016 y 2018, participó únicamente de la primera etapa del Adria Tour, jugada en Belgrado y que lo tuvo como ganador, pero no estuvo en la segunda, en la ciudad croata de Zadar, que generó los contagios el sábado y domingo pasados.

«Me hice cinco test de coronavirus en 10 días y los resultados siempre fueron negativos. Les deseo a todos los infectados lo mejor y una buena recuperación», añadió el finalista del abierto de Australia en febrero pasado, donde perdió con el serbio Novak Djokovic.

Djokovic, número uno del planeta, es uno de los infectados por coronavirus junto a otros tres participantes del Adria Tour, el búlgaro Grigor Dimitrov, el serbio Viktor Troicki y el croata Borna Coric, entre el grupo de tenistas.

Además, se infectaron Marko Paniki, preparador fìsico de Djokovic, Kristiian Groh, el entrenador de Dimitrov, la esposa de Troicki, Aleksandra, embarazada y con fecha de parto para el mes próximo, y la de «Nole», Jelena Ristic.

El Adria Tour tuvo su primera etapa en Belgrado (12 al 14 de junio) y la segunda en la ciudad croata de Zadar (20 y 21 de junio), que quedó trunca antes de la final que debían animar Djokovic y el ruso Andrey Rublev debido a que se supo de los primeros contagios.

El polémico torneo de exhibición debía continuar en Banja Luka (3 y 4 de julio) y Sarajevo (5 de julio), ambas ciudades de Bosnia, pero fue lógicamente cancelado, en una decisión que anteriormente había tomado Montenegro, que se adelantó a los acontecimientos e indicó hace 10 días que no albergaría el evento por temor a los contagios.

Djokovic quedó en el ojo del huracán y es blanco de críticas del ambiente del tenis y del deporte en general, debido a que organizó un torneo en el que violó todas las normas de seguridad sanitarias recomendadas para mitigar la propagación del coronavirus.

El serbio, campeón este año del abierto de Australia, organizó las exhibiciones sin atender el protocolo, el público colmó el estadio sin utilizar barbijos ni respetar el distanciamiento social recomendado, los tenistas se abrazaron y cerraron con una fiesta al final del torneo, en la que se mostraron bailando y cantando juntos.

A todo esto, el tenis está suspendido desde marzo pasado y hasta principios de agosto a raíz del coronavirus, y se presume que el Adria Tour podría generar efectos negativos para su reanudación.