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El audio de los rugbiers tras el crimen de Fernando: frases desafiantes y risas


Los detenidos por el crimen hablan de la pelea con los patovicas: "Nos agarraron todos los policías pero bueno, ganamos igual”

Los detenidos por el crimen hablan de la pelea con los patovicas: «Nos agarraron todos los policías pero bueno, ganamos igual”

Esta tarde, luego de que cuatro de los ocho rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa fueran indagados ante la fiscal Verónica Zamboni, se difundieron una serie de audios que se enviaron a través de WhatsApp entre los integrantes del grupo de Zárate. En ellos, se estableció un pacto de silencio y detallaron cómo fueron los minutos previos a la golpiza que terminó con la vida del joven de 19 años.

En el primer audio, enviado a las 4:55 de la madrugada del 18 de enero, Lucas Pertossi dice: “Amigo, estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia… caducó”.

“Estoy buscando a este Ciro, es pajero… Me dice vení al mercado que pasamos siempre, estoy en el mercado a la vuelta del hotel y no están, amigo… es más lolo este Ciro”, envió Pertossi en referencia a Ciro, quien apareció a las 6.06 con otro audio: “No se cuenta nada de esto, a nadie, eh”, frase con la que comenzó el pacto de silencio entre los rugbiers.

“Ey, amigo, ni bien llegués mandame que yo voy a estar en la casa con Lucas y Ayrton”, dijo Blas Cinalli, protagonista de los audios posteriores. “Ey, posta posta, estamos yendo al Mc Donald’s. Ahora vamos para el centro a ver qué onda capaz que lo cruzamos”, agregó, casi entre risas, en lo que se interpreta como la posibilidad de regresar al lugar en el que fue asesinado Fernando.

En la última nota de voz narró detalles de lo sucedido en el boliche Le Brique: “Nos sacaron todos los patovicas, los re cagamos a palos mal. Nos agarraron a todos del cuello y nos sacaron a todos para afuera. Nos agarraron todos los policías pero bueno, ganamos igual”.

El dictamen en el que pidió la prisión preventiva para ocho de los diez imputados, la fiscal de Villa Gesell transcribió los siguientes mensajes tanto de audio como de texto que quedaron registrados en el grupo de WhatsApp llamado “losdeboca3”, por el que se comunicaban la mayoría de los acusados aquella madrugada del 18 de enero y cuando ya había ocurrido el ataque:

 

4.46: “Estoy yendo a la casa, vengan” (audio de Lucas Pertossi).

4.53: “¿Dónde están?” (texto de Máximo Thomsen).

4.53: (Ciro Pertossi manda ubicación fuera de boliche Le Brique).

4.53: “¿Dónde es eso?” (texto de Máximo Thomsen).

4.54: “¿Los llevo el Gad?” (texto de Máximo Thomsen).

4.55: “Estoy buscando a este Ciro, es pajero… Me dice vení al mercado que pasamos siempre, estoy en el mercado a la vuelta del hotel y no están, amigo… es más lolo este Ciro” (audio de Lucas Pertossi).

4.55: “Estoy acá cerca donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia… caducó” (audio de Lucas Pertossi).

4.55: “No. Estamos en el supermercado. Un poco mas adelante” (texto de Ciro Pertossi).

4.55: “Estamos esperando ahí, tarado” (audio de Lucas Pertossi).

4.56: “Donde estamos todos” (texto de Alejo Milanesi).

4.56: “Machu, Ayrton y yo, en la casa. ¿Los demás? Repórtense” (texto de Alejo Milanesi).

4.57: “Ahí estamos yendo, ahora vamos a la casa, estamos acá a la vuelta… ahora vamos” (audio de Ciro Pertossi).

5.00: “Machu, ¿donde estás? Andá para la casa” (Ciro Pertossi).

Sobre esta secuencia de mensajes, la fiscal Zamboni señaló en su dictamen que “claramente, se desprende que los imputados estaban totalmente al tanto de lo sucedido con Fernando, como de su fallecimiento, dado que Lucas Pertossi, según el audio, vuelve al lugar del hecho, y avisa a los restantes integrantes del grupo que esta ahí cerca del ‘pibe’” y que “caducó'».

Por ello, la fiscal sostiene que, a partir de las 4.55 del 18 de enero, “la totalidad de los imputados (…) tenían plena conciencia y conocimiento de que habían causado la muerte de Fernando, pese a lo cual, todos ellos huyeron del lugar, y se escondieron”.

Luego, algunos miembros del grupo se sacan fotos comiendo en un local de comidas rápidas y otros comienzan a pedirle al resto que no comenten lo que sucedió con nadie:

5.48 horas: (fotografía comiendo en Mc Donald’s) (Lucas Pertossi).

5.49 horas: (fotografía comiendo en Mc Donald’s donde se lo ve a Lucas Pertossi con una remera tipo chomba de color azul marino o negra con rayas blancas horizontales) (Máximo Thomsen).

5.49: “The police” (texto de Máximo Thomsen)

5.54: “¿A qué hora cierran?” (texto de Ciro Pertossi).

5.54: “No cierran” (texto de Lucas Pertossi).

5.59: “Vengan a la casa. Ya volvimos con Pipo” (texto de Blas Cinalli).

6.06: “Eu, amigo, dejen de lorear. Que están preguntando los otros pibes si nos peleamos” (texto de Matías Benicelli).

6.06: “Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie” (audio de Ciro Pertossi).

6.07: “Son re loros, amigo” (texto de Matías Benicelli).

Al audio de Ciro Pertossi de las 6.06, la fiscal lo interpreta como una orden que dio inicio a “un pacto de silencio (…) corroborando ello su participación en el hecho, como así también la total premeditación con que se cometiera el hecho”.

Cuatro horas y medias más tarde, el grupo se mensajea para anunciar la llegada de la policía que los detuvo:

10.38: “Policía afuera. Euuuu” (texto de Ciro Pertossi).

10.39: “Sí, mal. Está la poli” (texto de Blas Cinalli).

10.39: “Salgamos” (texto de Ciro Pertossi).

Los cuatro rugbiers indagados hasta mediados de esta tarde (Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Blas Cinalli y Ciro Pertossi) todos acusados de la autoría material del crimen de Báez Sosa, optaron por la misma estrategia monótona: decir exactamente lo mismo, apuntar a fallas procesales, a no ser informados debidamente para ejercer su derecho a la legítima defensa, a hablar una y otra vez de su desconfianza a la fiscal Zamboni con líneas incisivas. Apuntaron también contra Fernando Burlando, el principal abogado de la familia Báez Sosa, hablaron de una condena mediática mientras se victimizaban y evitaban reconocer el crimen, pedir perdón o siquiera arriesgar un gesto de arrepentimiento.