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El ataque contra una estación de tren en Ucrania agrava la cifra de civiles muertos por la guerra


"Cincuenta muertos, entre ellos cinco niños. Es el número actual de muertos por el bombardeo realizado por las tropas de ocupación rusas en Kramatorsk", escribió en Telegram el gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kyrylenko

Al menos 50 personas murieron y cerca de 100 resultaron heridas hoy en un ataque con cohetes contra la estación de Kramatorsk, en el este de Ucrania, donde centenares de personas esperaban un tren para salir de la región asediada por fuerzas rusas, en medio de acusaciones cruzadas entre Kiev y Moscú sobre la autoría del hecho.

«Cincuenta muertos, entre ellos cinco niños. Es el número actual de muertos por el bombardeo realizado por las tropas de ocupación rusas en Kramatorsk«, escribió en Telegram el gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kyrylenko.

También estimó que el número de víctimas podría aumentar, ya que hay 98 personas heridas, incluidas 16 niños, todos que se aprestaban a subir a un tren para ir a un lugar más seguro.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó el acto de «maldad sin límites» por parte de Rusia, mientras que el Kremlin acusó a Kiev por el ataque, que sería el más letal desde que comenzó la invasión hace seis semanas.

El hecho fue primero comunicado por el responsable de la estación ferroviaria, Oleksander Kamishin, y por una autoridad de la zona de Donetsk -donde se encuentra Kramatorsk- que no está en poder de Rusia, y originó enfáticas condenas del propio Zelenski, de la Unión Europea (UE) y de la Casa Blanca.

«Como no tienen fuerza ni valor para enfrentarse a nosotros en el campo de batalla, destruyen cínicamente a la población civil. Es una maldad sin límites. Y si no se castiga, no cesará jamás«, dijo el mandatario ucraniano en Telegram y denunció los métodos «inhumanos» de las fuerzas rusas.

El Ministerio de Defensa ruso afirmó que no lanzó un ataque contra la estación y manifestó que «fue orquestado por el régimen de Kiev al impedir que la población civil se fuera de la ciudad para poder usarla como escudo humano«, según un comunicado.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acusó a Rusia de haber cometido una «atrocidad horrible«, mientras que el jefe de la diplomacia francesa, Jean-Yves Le Drian, aseguró que constituye un «crimen contra la humanidad«.

Un reportero de la agencia de noticias AFP que acudió a la estación esta mañana vio a centenares de personas que aguardaban un tren para salir de la región, amenazada por una ofensiva rusa de gran envergadura, en dirección a otras partes más seguras del país.

Frente a la estación de Kramatorsk se veían varios automóviles carbonizados y los restos de un misil. El lugar estaba sembrado de maletas abandonadas, vidrios rotos y escombros. El interior de la estación estaba cubierto de sangre, a menudo pisoteada y extendida hacia la calle, debido al movimiento de los cuerpos, reportó la agencia francesa.

Este ataque se produce cuando las potencias occidentales dieron a conocer nuevas sanciones contra Moscú, tras denunciarlo de cometer un asesinato masivo de civiles en Bucha, ciudad vecina a Kiev, acusación que el Kremlin niega.

Los investigadores empezaron hoy a exhumar los cuerpos de las fosas comunes para determinar si fueron víctimas de crímenes de guerra.

A esa localidad, ubicada al noroeste de la capital, se trasladaron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, antes de una reunión que mantuvieron con Zelenski en Kiev.

Las fuerzas rusas ya se replegaron de la capital y de otras localidades del norte del país como Chernigov, donde fallecieron 700 civiles desde la invasión según su alcalde, para concentrar sus operaciones en el este y sur de Ucrania.

La estrategia parece apuntar a crear una continuidad territorial entre la península de Crimea, ocupada y anexada en 2014 por Rusia, y las provincias separatistas prorrusas de Donestk y Lugansk, en el Donbass ucraniano.

Las autoridades ucranianas instan a los ciudadanos a evacuar las zonas en las que se espera un aumento de los combates, aunque en muchos casos el éxodo se ve obstruido por los bombardeos.

Otro punto caliente del conflicto es Mariupol, ciudad del sureste y asediada desde hace semanas por las fuerzas rusas, donde el responsable prorruso proclamado como nuevo «alcalde» reconoció la muerte de 5.000 civiles.

Tras ser suspendida ayer del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Rusia continuó hoy siendo blanco de sanciones.

Reino Unido anunció medidas contra las hijas del presidente ruso Vladimir Putin y de su ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, en un deseo de atacar el «fastuoso tren de vida del círculo cercano al Kremlin», además de informar del envío de más misiles antitanques y antiaéreos a Ucrania.

La UE, que ayer lanzó un embargo a las importaciones del carbón ruso y prohibió la entrada de buques rusos a sus puertos, adelantó hoy que aumentará en 500 millones de dólares la ayuda a Ucrania y se sumó a las sanciones contra las dos hijas adultas de Putin.

La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) anunció que los precios mundiales de los alimentos alcanzaron en marzo «un nivel nunca registrado» debido a la guerra, que afecta seriamente al comercio de cereales y aceites vegetales.

Mientras, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) alertó que en apenas seis semanas el conflicto ya dejó más de 4,3 millones de refugiados y 7,1 millones de desplazados internos, lo que constituye una de las crisis humanitarias «de más rápido crecimiento en la historia».