Ciudad

El análisis del coronavirus en Rosario: «Tenemos que saber qué escenario queremos»


CLG Radio dialogó con el científico rosarino Ernesto Kofman, quien estudia la propagación del Covid-19 en la ciudad a partir de un modelo matemático

El panorama actual de la pandemia en Rosario es muy diferente al que se tenía unos meses atrás. Luego de un período de «tranquilidad» con una tasa de contagios muy baja, en las últimas semanas los casos se dispararon y se entró nuevamente en un estado de circulación comunitaria. Ahora, el análisis pasa por las medidas que se tomarán al respecto: ¿se vuelve a la cuarentena estricta o se apunta a un crecimiento de contagios «controlado»?

Esa es la pregunta que se plantea el científico rosarino Ernesto Kofman, investigador del Conicet y docente en la UNR, quien estudia el patrón de contagios en la ciudad y los posibles escenarios a partir de modelos matemáticos: «Es una variante de un modelo clásico que se usa en todo el mundo, que trata de explicar cómo se van produciendo los contagios, teniendo en cuenta cuántos días demora el virus desde que una persona lo adquiere hasta que empieza a contagiar, cuántos días pasan desde que esa persona empieza a contagiar hasta que se presentan síntomas y cuántos días más hasta que deja de contagiar», explicó, sobre el estudio.

«Esto da una dinámica de como van creciendo las cosas. Lo que uno nunca sabe es a cuántas personas contagia una persona que está infectada. Lo que se hace es ajustar ese parámetro para que el resultado del modelo sea lo más parecido a la curva que uno observa en la realidad», agregó, en declaraciones a CLG Radio, por LT3.

Con respecto a Rosario, Kofman señaló que «todavía no se puede calcular de forma precisa» el número de contagios a partir de un infectado. «Estamos en un momento en el que está empezando a aparecer la circulación comunitaria. El análisis empieza a tener sentido cuando hay circulación comunitaria. Es muy difícil establecer un número, pero lo que es clarísimo es que es mayor a uno. Lo que ello implica es que vamos hacia un aceleramiento permanente del número de contagios», indicó.

Al ser consultado sobre las medidas a tomar, expresó: «Quisiera saber qué escenario queremos. Si queremos hacer un esfuerzo por volver a cómo estuvimos unas semanas atrás con pocos casos esporádicos o si queremos ir hacia un crecimiento sostenido de los contagios, que es un caso similar al de Buenos Aires. La primera cuestión es saber a dónde queremos ir».

«Hay mucha confusión, tanto en la población como en las autoridades, que piensan que si vamos hacia un crecimiento sostenido de contagios es necesariamente drástico, pero es algo controlable. El crecimiento no hace un pico, no baja nunca hasta que no se contagia el 50 o el 60% de la población, y eso es algo que pasa después de muchos meses. Hay una confusión gigante, uno escucha que lo peor viene a mediados de agosto, y la realidad es que si a mediados de agosto estamos peor que ahora, a fines de agosto vamos a estar peor que a mediados de agosto. Lo único que detiene los contagios es que, en promedio, cada persona contagie a menos de una persona, y esto sólo ocurre con un distanciamiento social estricto, no hay otra receta», añadió.

Con respecto a la toma de decisiones y a la influencia de especialistas como epidemiólogos, expresó: «Todavía no hemos tenido las herramientas de convencer y transmitir. Recién ahora me estoy esforzando por tratar de comunicar esto, uno a veces asume que lo que uno sabe es obvio y no se da cuenta que quizás la gente que está en los lugares de decisión trabaja con otras herramientas que a veces no son adecuadas».

«Hay mucha gente que pese a presentar síntomas, no llama para avisar por miedo a que lo aíslen. La recomendación que habría que dar es que, cuando se presentan síntomas, hay que llamar a todos los contactos que tuviste en los últimos días, aislarse y decirles que se aíslen. Eso ayudaría muchísimo a que se reduzcan los contagios. Hay que ayudar a pensar en herramientas para mejorar el comportamiento ciudadano», concluyó.