Los datos indican un aumento del 7% respecto al mismo periodo de 2019. La destrucción de la selva amazónica brasileña vuelve a preocupar
Un año pasó desde la última gran oleada de incendios que arrasó la Amazonía brasileña. En la primera semana de agosto, se registraron más de 5.800 incendios, lo que sugiere que se podría batir el triste récord de 2019. La zona selvática perteneciente a Brasil supone un 60% de la superficie de este “pulmón verde”.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), se han registrado 5.860 incendios en el Amazonas en los primeros seis días de agosto. Esto supone un aumento del 7% respecto al mismo periodo de 2019. A esto se suman los datos de julio de 2020: 6.803 incendios frente a los 5.318 del año pasado -un incremento del 28%-. Además, la mayoría de incendios afectan a tierras indígenas.
Al impacto ecológico de estos incendios, se suman las consecuencias en la salud de los brasileños, ya que el humo puede viajar grandes distancias. El año pasado, oscurecieron la ciudad de Sao Paulo durante un día. Una ‘soga’ que asfixiaría aún más el sistema sanitario, que se enfrenta a la crisis de la Covid-19, con casi 100 mil muertes.
Además, muchos de estos incendios son provocados por agricultores y ganaderos, que deforestan así la selva, para extender sus tierras y actividad. A esto se suma la quema y desforestación derivada de actividades ilegales como la minería y el tráfico. El presidente del país, Jair Bolsonaro, que es un negacionista del cambio climático, ha apoyado en numerosas ocasiones que estas prácticas ganaderas movilizan la economía brasileña.
Bajo la presión internacional de numerosas multinacionales, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, desplegó al Ejército para combatir los incendios. El mandatario brasileño prohibió la quema de rastrojos y creó el Consejo Nacional de la Amazonía, dirigido por su vicepresidente, el exmilitar Hamilton Mourão.
Sin embargo, desde Greenpeace Brasil denuncian que «solo el 5%» de las ganaderías involucradas en los incendios de 2019 han sido multadas. «En lugar de combatir las conductas delictivas y proteger a los guardianes de los bosques indígenas golpeados por la COVID-19, este gobierno sigue reduciendo la protección ambiental», señaló su portavoz Rômulo Batista.
Fuego en la Amazonía. Vista aérea del incendio forestal originado este martes en Ramal do Cinturao Verde, en el distrito de Janauaca, Careiro Castanho, a 113 km de Manaos, región amazónica de Brasil. Detalles de @AFPespanol #NoticiasTVN pic.twitter.com/vpYvpixMlG
— TVN Noticias (@tvnnoticias) August 5, 2020
Asimismo, en abril, el ministro de Medio Ambiente brasileño, Ricardo Salles, fue grabado sugiriendo que había que aprovechar la cuarentena para cambiar las leyes ambientales del Amazonas.
El gobierno también busca aprobar un proyecto de ley (la Medida Provisional 910), que regularizaría todas las tierras públicas de la Amazonia ocupadas ilegalmente en el pasado. Una decisión que beneficiaría a hacendados y ganaderos, que son los principales responsables de la deforestación y los incendios.