La renuncia de Gustavo Beliz, muy cercano al Presidente, y el nombramiento de Sergio Massa como "súper ministro" dejan golpeado al sector de Fernández
Con la salida del ex secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Beliz y el aterrizaje de Sergio Massa como superministro, el «albertismo» del Gabinete quedó debilitado y ya son pocos los funcionarios del riñon del mandatario Alberto Fernández.
Beliz se sumó a lista de alfiles que llegaron al Poder Ejecutivo de la mano de Fernández y que dejan el Gobierno por discrepancias internas que azotan al Frente de Todos desde la derrota electoral en las elecciones legislativas del año pasado.
La primera en abandonar el barco fue la entonces ministra de Justicia Marcela Losardo, en marzo del año pasado, cuando ni siquiera se había producido aún el revés en las urnas.
La versión oficial se vinculó al desgaste que sufrió la abogada -y amiga del Presidente. Pero también tuvo un argumento político.
«Marcela me ha planteado la semana pasada, y ya me lo venía planteando desde antes, su idea de dejar el Ministerio porque ella cree que el tiempo que viene necesita otra actitud», dijo Fernández.
Días antes, en la apertura de Sesiones Legislativas, el mandatario anunció una agenda judicial en la que propuso profundas reformas en la Justicia Federal.
En octubre de 2020, la vicepresidenta, Cristina Kirchner, publicó la primera carta donde apuntó contra el gabinete de ministros y habló de «funcionarios que no funcionan».
La agenda judicial de la titular del Senado también fue motivo para que Losardo se alejara del Gobierno.
Un movimiento más reciente, pero no menos estruendoso, fue la salida del exministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, que hace pocos días reapareció tocando la guitarra, pasatiempo que comparte con Fernández.
Durante el acto por los 100 años de YPF, la expresidenta le pidió a Alberto que use «la lapicera» para que Techint «traiga su producción al país», lo que despertó la reacción del ministro.
El episodio será recordado como la crisis del off the record.
Tras el reencuentro público, la vice volvió a encender la interna del Frente de Todos y arremetió contra los «ataques» de funcionarios que hablan «sin dar la cara, en off».
El mensaje tenía solo un destinatario y era Kulfas. El mandatario le pidió su renuncia, pero la historia no quedó ahí.
El ex ministro se despidió con una carta de 14 páginas donde en la que ratificó sus dichos de que la licitación de la compra de caños para la obra del gasoducto fue «a medida» de la empresa Techint y la realizaron funcionarios que responden a la Vicepresidenta.
La historia entre el economista y el kirchnerismo viene de antes. Tanto es así que le dedicó un libro titulado Los tres kirchnerismos, donde repasa de forma crítica la política económica del movimiento fundado por Néstor Kirchner.
Martín Guzmán le siguió con una sorpresiva renuncia, no por el contexto, sino por el modo. El exministro de Economía lo hizo desde su cuenta de Twitter, mientras Cristina Kirchner daba un discurso donde criticaba –entre otras cosas- su estrategia.
«Con la profunda convicción y la confianza en mi visión sobre cuál es el camino que debe seguir la Argentina, seguiré trabajando y actuando por una Patria más justa, libre y soberana», expresó.
La presión sobre Guzmán se había intensificado tanto por el mercado y del ala dura del kirchnerismo. La interna se encendió luego de su acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que provocó la renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque del Frente de Todos en la Cámara baja y escaló hasta la última semana que estuvo en el cargo.
La última y flamante salida se conoció hoy y es la de Gustavo Beliz. Se trata de uno de los hombres más cercanos al Presidente, aunque en los últimos tiempos había perdido terreno como hombre de consulta.
Los motivos de su paso al costado se relacionan a los hechos registrados durante las últimas 48 horas, en relación con los cambios en el gabinete que adoptó el Gobierno. Sergio Massa estará a cargo de un superministerio: se unificarán Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura.