Fanáticos, periodistas y vecinos conviven minuto a minuto fuera de la Clínica Olivos, donde Maradona está internado tras ser operado
La tranquilidad de la zona donde está ubicada la Clínica de Olivos cambió radicalmente. Desde el lunes por la noche, las adyacencias del sanatorio se vieron convulsionadas por la internación de Diego Armando Maradona, quien fue intervenido quirúrgicamente de un hematoma subdural. Así, fuera del predio conviven periodistas con hinchas que van a cada rato a hacerle el aguante al actual DT de Gimnasia y además vecinos sorprendidos que también se acercan a ver la fiebre maradoniana.
Entre 30 y 40 medios periodísticos nacionales e internacionales permanecen en la puerta del sanatorio esperando novedades sobre la salud del exfutbolista, mientras que un carril de la Avenida Maipú fue cortado por unos siete oficiales de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que custodian la zona para darles lugar a los móviles de televisión.
En la pared del Diagnóstico Maipú, al costado de la Clínica Olivos, los hinchas estuvieron pegando pancartas y banderas dedicadas al ‘Diez’ desde ayer, de Los Bosteros de Vicente López; de la Iglesia Maradoneana; de fanáticos de Gimnasia y de Maradona.
Una vecina, María Esther, colgó un rosario en el medio de los carteles convirtiendo al sector en una especie de altar religioso para enviarle fuerzas al campeón del mundo en 1986. «Vine ayer a la mañana, me quedé todo el día y toda la noche rezando por él y sigo en oración», contó la señora de 55 años.
También se colgaron varios pasacalles frente a la Clínica. «El Lobo no te abandona, Diego te esperamos en El Bosque», dice el de los hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata, que ayer organizaron una caravana de unos 40 autos para apoyar a su DT hasta Olivos. «Fuerza Pelusa», firmaron Los Cebollitas en otro cartel.