Por Santiago Ceron
Con la Gente dialogó con Aníbal Faccendini, Director de la Cátedra del Agua de la UNR, Magister y especialista en Ambiente y Desarrollo Sustentable, Licenciado en Ciencias Sociales y otros títulos que engrosan su currículo. El letrado se explayó sobre lo que significa el agua como derecho humano, el Derecho a Jarras que rige en la ciudad y otros temas sobre un servicio indispensable para la vida humana.
-Contanos un poco que significa para ustedes el haber logrado que el agua sea un derecho humano en la provincia de Santa Fe.
-Llevamos a cabo la postura científica histórica de la Cátedra del Agua que es la de sostener que el acceso al agua es un derecho humano. Esto está establecido en numerosos fallos jurídicos como es el de la causa Kersich de 2014 en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, también la resolución de la ONU y además en la última ley sancionada en la provincia de Santa Fe impulsada por la senadora Cristina Berra, algo que nos pone muy contento. Todo esto sintetiza el trabajo que llevamos a cabo nosotros y muchos actores más durante casi 20 años.
En este contexto nosotros estamos en contra de cualquier aumento en la tarifa del agua, primero porque es imposible para el bolsillo del ciudadano por la situación inflacionaria, y segundo porque si es un derecho humano no se lo puede tarifar, de la misma manera que no se puede tarifar el derecho humano a la salud o educación, a nadie le viene la factura de la educación que reciben los chicos que van a las escuelas públicas. Es importante que haya coherencia, sensatez y congruencia por parte del Estado, si hay una ley que dice que el agua es un derecho humano tiene que haber otro tratamiento. Sabemos que implica gastos para captación, potabilización, distribución y expansión de las redes de agua.
-¿Qué cambios implica esta nueva caracterización del agua?
-Lo que nosotros creemos es que el servicio tiene que ser presupuestarizado en la estructura tributaria del Estado Provincial, al igual que la educación pública y salud pública. Vemos que ha habido avances en la provincia y en el gran Rosario pero falta mucho por hacer porque, si hablamos a partir del año 87, el atraso inversional en obras de Santa Fe es muy alto.
Al establecer que el agua es un derecho humano tiene implicancias jurídicas muy importantes, no es una declaración formal y vacía, lo estás enmarcando en una necesidad que hace a la dignidad de las personas y abre todo un abanico jurídico, no solo respaldado por el caso Kersich en la CSJN, sino también en los tribunales provinciales en aquellos casos en los que no se respete.
En la provincia de Santa Fe, desde la UNR, somos los únicos que hemos planteado una solución técnica, científica y jurídica de fondo que significa la presupuestarización en su totalidad del financiamiento de la captación, potabilización, distribución y no nos olvidemos del desarrollo y mantenimiento constante cañerías. Para eso necesitamos que el servicio entre en la estructura presupuestaria, sino es una contradicción. No queremos naturalizar paradojas que son insostenibles, es un derecho humano y lo estás comercializando ¿cómo puede ser?
-¿Qué opinás sobre el tratamiento que se le da hoy en día al servicio en la provincia?
-El agua tiene que tener un carácter de servicio público, no de empresa privada que significa creer que el financiamiento del agua se tiene que sostener de forma autónoma con el presupuesto, es un criterio errático que no corresponde con la modernidad de los servicios públicos, el agua no es una fábrica de ladrillos, yo puedo vivir sin ladrillos pero no sin agua… El agua es inalienable, imprescriptible y está por fuera del comercio. El Estado se va a tener que poner en sintonía con lo que él mismo aprobó el 30 de noviembre de 2017, nadie podría sostener esa contradicción, tiene implicancias políticas profundas.
-Por último ¿cómo se está implementando el Derecho de Jarras en la ciudad?
Algo para destacar es que las mujeres son las que más denuncias nos acercan sobre los comercios que no respetan esta norma. Nos han remarcado un bar vegetariano ubicado en Mitre entre Córdoba y Santa Fe y el bar Havana de Pte. Roca y Córdoba, ambos no cumplen con la norma. Como así que también hay muchos bares y restaurants que la están adoptando y cumpliendo como Junior, McDonalds, el bar del Casino, es un gran avance lograr que comercios gastronómicos de esta índole adopten la medida. Obviamente se suman a los que siempre destacamos como son el Comerdor Balcarce o El Vómito que son gente muy buena.