Según el sitio especializado Variety, el abogado agregó que Hollywood "ha cambiado" pero, en el pasado, el "sexo transaccional" era parte de la transacción: "El sexo era una mercancía" para "hombres ricos y poderosos, como mi cliente", dijo el abogado
El abogado de Weinstein, Mark Werksman, advirtió a los miembros del jurado que se preparen para escuchar una andanada de «acusaciones falsas e indemostrables» de mujeres que aceptaron tener interacciones sexuales consensuadas con Weinstein, pero años después, están avergonzadas y mienten sobre lo que realmente sucedió.
«Mira a mi cliente» -dijo Werksman señalando a Weinstein- él no es Brad Pitt o George Clooney, ¿creen que estas hermosas mujeres tuvieron sexo con él porque está bueno? No, es porque es poderoso».
Y según el sitio especializado Variety, el abogado agregó que Hollywood «ha cambiado» pero, en el pasado, el «sexo transaccional» era parte de la transacción: «El sexo era una mercancía» para «hombres ricos y poderosos, como mi cliente», dijo el abogado, quien incluso remarcó que esa modalidad tenía su propio apodo: «el sofá del casting».
«Puede haber sido un concepto desagradable y vergonzoso -reconoció- pero todos lo hicieron».
El letrado también cargó contra el movimiento #MeToo, que se desató en 2017 por la oleada de denuncias contra Weinstein, convirtió a su cliente en el «Chernobyl de Hollywood», y lo colocó en la parte «radiactiva ardiente» del «chico malo».
Más temprano, la fiscalía había dicho que el exproductor de Hollywood y violador ya condenado «era un depredador en serie» y que eso le permitió aprovecharse de los aspirantes a la industria del entretenimiento.
Weinstein, bajo arresto en el centro médico en una cárcel de Los Ángeles, también fue acusado en Reino Unido de dos cargos de agresión a una mujer entre julio y agosto de 1996.
En 2020, dos años después de que salieran a la luz las acusaciones contra él y por las que se desató el movimiento #MeToo, un jurado de Nueva York condenó a 23 años de cárcel al poderoso productor por un cargo de violación en tercer grado cometido sobre Jessica Mann, y un delito sexual en primer grado sobre la ayudante de producción Mimi Haley.