El abandono de las vías ferroviarias dentro de la ciudad provoca que el tren a Retiro tarde alrededor de 45 minutos para transitar entre las estaciones Rosario Norte y Sur, de las casi siete horas que actualmente insume un viaje a Buenos Aires. La entidad Amigos de Riel consideró que eso podría solucionarse con una «profunda limpieza» del trazado y algunas reparaciones. Estimó también que la inversión necesaria para su recuperación no sería significativa y permitiría reducir a la mitad el tiempo de viaje dentro de la ciudad. Aun así, los pasajeros prefieren evitar la parada de la zona sur.
Según datos oficiales, en su trayecto hacia Rosario el ferrocarril llega a la terminal de ese sector a las 22.21 y a la del norte recién a las 23.05. En el sentido inverso, parte de Rosario Norte a la 0.15 y recién sale de Rosario Sur a la 1.06.
El ex Apeadero está cada vez más alejado del esplendor proyectado con la recuperación de la movilidad ferroviaria de pasajeros. A dos años de su inauguración, no funcionan las escaleras mecánicas, hay problemas en los baños y la planta alta nunca se licitó, entre otras cuestiones, tal como lo reconoció ayer el presidente de Trenes Argentinos, Marcelo Orfila, en diálogo con La Ocho.
Y cuando el convoy se desplaza desde allí a la estación Rosario Norte, los inconvenientes se manifiestan en las vías. La suciedad a lo largo de ese circuito se ha agravado con el paso del tiempo, así como la construcción viviendas precarias cercanas al tendido. Según pudo saber LaCapital, lo más problemático es un tramo de un kilómetro y medio, aproximadamente, en la zona del barrio Toba.
Orfila recorrió ayer las estaciones Sur y Norte, y se reunió con empleados y representantes del gremio ferroviario. «Se reemplazaron durmientes partidos y se logró reducir en una hora el tiempo de viaje entre la ciudad y Capital federal; además estamos empezando obras para Rosario Norte», dijo Orfila. En este sentido, trascendió que en breve podría haber novedades sobre la recuperación de la traza en el interior de Rosario y sobre las tareas que se encararán en la terminal de avenida del Valle.
Mariano Antenore, integrante de Amigos del Riel, un grupo que sigue puntillosamente los avatares del ferrocarril en la región, señaló que «con muy poca inversión se podría reducir de 45 a 25 minutos el tiempo para hacer el tramo desde la estación Sur a la Norte», que hoy lleva casi una hora.
«Sería volver a los números que tradicionalmente tenía de viaje ese trayecto hace treinta años», agregó Carlos Fernández, otro miembro de Amigos del Riel
«Actualmente la vía dentro de Rosario se encuentra en estado de abandono», señaló Antenore, y consideró que falta «una renovación profunda, con recalce y recambio de rieles, y fundamentalmente limpieza» a lo largo de una traza presionada por los asentamientos irregulares.
Deterioro
En el último año, vecinos, pasajeros, funcionarios y dirigentes opositores advirtieron sobre el creciente deterioro de las instalaciones del ex Apeadero Sur que hacen que cada vez menos personas deseen utilizarlo incluso por una cuestión de seguridad.
Sólo avenida San Martín parece tener vitalidad en la zona. Desde su reconversión, provocó un mayor flujo de vehículos particulares, pero no que más personas se acerquen a la terminal de trenes. La fiebre que despertó el potencial movimiento de pasajeros por algunos locales cercanos perdió temperatura y sólo la estrecha relación con Villa Gobernador Gálvez es la que activa la vida comercial en ese sector del sur rosarino.
Más allá de la lentitud general que evidencia en tren a Buenos Aires, sus precios y los modernos vagones lo hacen atractivo. El valor de los pasajes es, en primera clase, de 300 pesos, y en Pullman de 360 pesos.
Orfila llegó ayer a Rosario y recorrió por la mañana las estaciones de trenes locales para conocer de primera mano el estado en que se encuentran. La intención es renovarlas dentro de un plan proyectado a nivel país. En septiembre pasado, se abrieron los pliegos de licitación para reconvertir la terminal Norte.
Fuente: La Capital