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El 55% de las mujeres del mundo no accede a cuentas bancarias


El 55% de las mujeres en el mundo no tiene acceso a cuentas bancarias y solo el 44% de las que trabajan reciben su sueldo a través de depósito en entidades financieras, según reveló la representante del W20, el grupo de mujeres asociado al G20, durante la reunión de sherpas que se lleva a cabo en la ciudad de Ushuaia.

La directora ejecutiva argentina del W20 (llamado también Women20, «mujeres» en inglés) Juliana Bonetto, expuso ayer ante los negociadores de los líderes mundiales y planteó «la inclusión financiera de la mujer” como uno de los cuatro ejes “en los que estamos trabajando para enfrentar los desafíos actuales, y para mejorar la vida de todas las mujeres alrededor del mundo”.

Bonetto precisó en su discurso que a pesar del progreso logrado hasta ahora, “las mujeres siguen en desventaja en comparación con los hombres”, por lo que exigieron a los líderes del G20 «trabajar en estrecha colaboración con las instituciones financieras para garantizar la inclusión financiera de las mujeres”, señaló.

La directora del W20, grupo que trabaja junto a una red de 200 delegados compuesta por organizaciones de la sociedad civil, organizaciones internacionales, el sector privado y expertos de todo el mundo, mencionó a la “inclusión laboral” como otra de las prioridades del sector.

“Trabajamos para promover políticas que harán que más mujeres formen parte de la economía. Esto implica mejorar sus tasas de participación en el área laboral y en los puestos de toma de decisión del sector público y privado. Les solicitamos a los líderes del G20 que mejoren la infraestructura y el suministro de servicios de atención para niños y adultos, para que las mujeres dispongan de más tiempo para sus actividades productivas”, afirmó Bonetto.

A su vez, se refirió a la “inclusión digital de las mujeres”, y dijo que en ese sentido proponen «mejorar el acceso, uso y consumo de tecnologías digitales para la mujer”, para lo que hace falta inversión en la “educación y capacitación en tecnología de niñas y mujeres, con un enfoque de aprendizaje a lo largo de toda la vida”.

Por último, planteó como otro tema de preocupación al “desarrollo de la mujer rural”, y sostuvo que “en los países en desarrollo, el sector agrícola tiene bajos rendimientos».

Para Bonetto esto ocurre principalmente porque las mujeres no tienen acceso a recursos. «Si las mujeres pudieran acceder a los mismos recursos que los hombres, el rendimiento promedio aumentaría entre un 20 y un 30%, y el hambre se reduciría entre un 12 y un 17%”, argumentó en su exposición ante los sherpas.

“Somos el grupo de afinidad oficial que trabaja para el desarrollo económico de las mujeres. Trabajamos para mostrarles a los líderes del G20 que no hay desarrollo justo, sin la inclusión de las mujeres en la economía”, agregó la directora del W20.

Bonetto le dijo a Télam que la ponencia del W20 generó devoluciones y preguntas de varios países y que su expectativa es llegar con recomendaciones concretas a la cumbre de presidentes del G20 que se realizará a fin de año en Buenos Aires.

La agenda de género gana espacio en el G20 desde que en 2014, durante la presidencia australiana, se consensuó conformar al Women20 (o W20) como grupo de afinidad oficial al G20 con el objetivo de representar los intereses de las mujeres ante el diseño de políticas públicas que afectan su posibilidad de desarrollo económico.

La reunión de sherpas en Ushuaia comenzó ayer con la tradicional fotografía institucional (llamada “foto de familia”) y con el acto de inauguración de las discusiones formales que encabezó el sherpa (guía) argentino Pedro Villagra Delgado.

En la primera jornada se escuchó a los representantes de los grupos de afinidad y se debatió sobre el empleo, educación y economía digital, mientras que hoy se lo hará sobre el desarrollo sostenible, lucha anticorrupción, salud y energía, entre otros temas.

La reunión terminará mañana con debates sobre comercio, inversión y agricultura.
El encuentro se desarrolla a puertas cerradas en el hotel Arakur de la capital fueguina, en medio de un amplio dispositivo de seguridad que congrega a fuerzas provinciales y federales.