Efemérides

Efeméride: por qué cada 23 de febrero es el Día del Tambero


Todos los 23 de febrero se celebra el Día del Tambero en conmemoración a la creación de la Unión General de Tamberos de 1920, una de las organizaciones sindicales más longevas del país. La fecha, dispuesta a través del Decreto N.º 3192 por el Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires el 3 de abril de 1968, reconoce el trabajo de todos los profesionales que componen el gremio y que con su labor, contribuyen al desarrollo de una industria histórica en el país.

Los tamberos, en consecuencia, son los que diariamente tienen la responsabilidad de extraer uno de los alimentos más importante para la población como es la leche y, además, procurar el cuidado del animal.

Desde el 2007, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), realiza en todo el país el curso “El Profesional Tambero”, para colaborar en la profesionalización de la actividad. El mismo consiste en cursos de capacitación para operarios de tambo, compuesto por 14 clases de frecuencia semanal de tres horas de duración cada una, en las que se abordan cuestiones técnicas claves en el manejo del oficio: trabajo en equipo, rutina de ordeño, calidad de leche, mastitis, manejo de pasturas, alimentación, crianza de terneros, manejo sanitario de la recría en el tambo, reproducción, maquinarias, higiene y seguridad, y economía familiar.

El INTA les otorga a los operarios de tambo que completan el 90% de asistencia a las clases y todas las evaluaciones, el diploma de “El Profesional Tambero”. Este proceso de formación es un espacio de crecimiento para la participación y el entrenamiento, y permite eficientizar las tareas que rutinariamente realizan los 365 días del año permitiendo mejorar la producción lechera y aumentar, de este modo, sus posibilidades de inserción laboral y mejora de calidad de vida de la familia rural. En estos últimos años, se consideró que la actividad debe ser cada vez más eficiente en el uso de los recursos, sobre todo en temas claves de la producción como la genética y alimentación.

Desde hace algunos años, y como parte del avance de las técnicas de ordeñe a mano, funciona en Rafaela, Santa Fe, el primer tambo robotizado del país que revolucionó a la industria lechera. La utilización de incentivos tales como alimento, confort en determinadas horas y agua, hace que las vacas se movilicen voluntariamente entre los sectores del tambo. Dentro de estas trayectorias, pasan por diferentes puertas inteligentes y en función de ciertas decisiones técnicas, derivan al ordeño u otras áreas como pastoreo o suministro de raciones.