En el año 1981 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) promulgó el 21 de septiembre como el Día Internacional de la Paz, una fecha dedicada a conmemorar los ideales de paz de cada pueblo y cada nación, con especial énfasis en el desarrollo social y económico de los pueblos, en diversas facetas: pobreza, hambre, salud, educación, cambio climático, igualdad de género, agua, saneamiento, electricidad, medioambiente y justicia social.
Posteriormente, en el año 2001 la Asamblea General decidió designar este día internacional como Jornada de No Violencia y Alto al Fuego.
La celebración de esta efeméride se sustenta en el artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos «Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona», sentando las bases para la libertad, la justicia y la paz en el mundo.