La empresa suspendió sus operaciones en Tucumán debido a un exceso de stock provocado por la caída significativa de las ventas
La decisión del gobierno nacional de eliminar el control aduanero y la persistente falta de consumo interno están generando una creciente incertidumbre en sectores clave como el textil y el calzado. En particular, la empresa Topper suspendió sus operaciones en Tucumán debido a un exceso de stock provocado por la caída significativa de las ventas desde el inicio de la gestión de Javier Milei.
Esta medida, junto con la eliminación del control aduanero del etiquetado de productos importados, amenaza con intensificar la competencia desleal y afectar adversamente la producción nacional, exacerbando la crisis económica del país y aumentando la incertidumbre.
La fábrica de Topper en Tucumán tomó medidas drásticas, incluyendo despidos previos y la reciente suspensión de 1.190 empleados, de los cuales 938 son operarios. Esta situación preocupa profundamente a la Unión Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra), especialmente en la localidad de Aguilares, donde la producción de Topper es vital para la economía local.
En paralelo, en el Parque Industrial de La Rioja, la producción textil también enfrenta serias dificultades, operando al 30% de su capacidad y con los trabajadores ansiosos por el impacto futuro de las políticas gubernamentales.