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EEUU y China resaltaron su desacuerdo sobre Taiwán en un encuentro bilateral al margen del G20


Estos países se enfrentaron recientemente por el destino de la isla de 23 millones de habitantes, que tiene su propio gobierno, moneda y ejército

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, remarcó este domingo la «preocupación» de Washington por las acciones chinas contrarias a sus «valores e intereses», y el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, le reprochó su apoyo a Taiwán y lo exhortó a que se comprometa con la política unificadora de Beijing, durante un encuentro bilateral al margen de la reunión del G20 en Roma.

Blinken «planteó la preocupación por una serie de acciones de China que socavan el orden internacional y sus normas, y que son contrarias a nuestros valores e intereses y a los de nuestros aliados y socios», explicó el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, en un comunicado oficial, según la agencia de noticias Europa Press.

Entre esas acciones, mencionó la política china de derechos humanos, las regiones de Xinjiang, Tíbet, Hong Kong, los mares de China Oriental y Meridional y, sobre todo, Taiwán. El secretario de Estado estadounidense también subrayó: «Hay áreas en las que nuestros intereses se cruzan y en las que podemos colaborar, como Corea del Norte, Myanmar, Irán, Afganistán y la crisis climática».

En la misma línea, sostuvo que el diálogo entre ambos países es necesario y destacó «la importancia de mantener abiertas las líneas de comunicación para gestionar de manera responsable la competencia entre Estados Unidos y la República Popular China».

A pesar de que los dos funcionarios saludaron a diplomáticos de terceros países con un choque en los hombros, imágenes del inicio del encuentro entre Blinken y Wang, difundidas por la televisión pública china CCTV, los muestra con distancia, posando juntos pero sin tocarse. La reunión terminó con un lenguaje no verbal más relajado y con palmadas en los brazos. No obstante, Wang manifestó abiertamente su desencanto ante la falta de compromiso de Estados Unidos, según comentarios recogidos por el portal chino Global Times.

«Queremos que Estados Unidos cumpla con su palabra, que se involucre de manera genuina con el principio de una sola China y que no diga una cosa y luego haga la otra», expresó el ministro. Asimismo, lamentó las acusaciones a China como elemento perturbador en la seguridad del Estrecho de Taiwán con sus incursiones aéreas.

«Es una afirmación totalmente falsa y un engaño grave a la comunidad internacional», aseguró y agregó: «El quid de la situación actual en el estrecho de Taiwán es que las autoridades de Taiwán intentaron repetidamente romper el marco de una sola China, y Estados Unidos tiene la culpa por su connivencia y apoyo a las fuerzas secesionistas».

Para el ministro, esta crisis provocó un «impacto integral» en las relaciones entre ambos países por una política estadounidense «incorrecta y de interferencia arbitraria», hasta el punto de «presionar a muchos países pequeños y medianos para reprimir a China». De todas formas, Wang manifestó su deseo de seguir «intercambiando de manera oportuna y franca los puntos de vista con Estados Unidos» para «mejorar la comprensión, eliminar dudas, evitar errores de cálculo y explorar la cooperación».

Taiwán es uno de los temas que más conflicto genera en las relaciones bilaterales entre ambas potencias, ya que la isla denuncia con el apoyo de Washington los constantes sobrevuelos de aviones militares chinos en el espacio aéreo taiwanés. Estados Unidos y China se enfrentaron recientemente por el destino de la isla de 23 millones de habitantes, que tiene su propio gobierno, moneda y ejército.

China considera a Taiwán -a donde huyeron los nacionalistas chinos tras su derrota ante los comunistas en 1949- una provincia que debe ser reunificada, incluso por la fuerza si es necesario.

Las tensiones entre la isla y el continente crecieron a su máximo nivel en décadas con la presidencia china de Xi Jinping, que rompió la comunicación oficial con Taiwán hace cinco años tras la elección de Tsai Ing-wen, quien enfatiza la identidad separada de la isla.

China, que ejerce el poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, intensificó desde entonces sus esfuerzos para excluir a Taiwán de la comunidad internacional. La tensión aumentó a principios de octubre, luego que Beijing realizara un número récord de incursiones con aviones militares cerca de la isla, en el denominado estrecho de Taiwán.