Fue en el ataque contra la base aérea iraquí Al Assad, que aloja tropas norteamericanas. Sucedió luego del asesinato de Soleimani
Varios soldados estadounidenses resultaron heridos en el bombardeo iraní del 8 de enero contra la base aérea iraquí Al Assad, que aloja tropas norteamericanas, tras el asesinato de general Qasem Soleimaní, reconoció hoy la comandancia de la coalición internacional que lucha contra el Estado Islámico (EI).
El nuevo balance fue dado a conocer hoy en un comunicado en el que precisó que las autoridades identificaron que varios soldados mostraron algunos síntomas de posibles conmociones cerebrales debido a la fuerza del impacto de los misiles.
«Aunque ningún militar estadounidense murió durante los ataques del 8 de enero en la base de Ain al Asad, algunos han sido tratados por síntomas de conmociones cerebrales y todavía están siendo evaluados» indicó Bill Urban, el portavoz de la coalición militar.
El militar explicó que «por precaución» los soldados fueron transportados desde la base de Ain al Assad, en el oeste de Irak, hasta el centro médico regional de Landstuhl, un hospital del Pentágono en Alemania, reportaron las agencias de noticias EFE y Europa Press.
«Cuando se les consideren aptos para el servicio, se espera que los miembros del servicio regresen a Irak luego de ser evaluados», agregó el comunicado.
Inicialmente, tanto el Pentágono como el presidente Donald Trump habían informado que el ataque no había causado heridos, pero, ahora, después de evaluar otra vez a las víctimas, las autoridades reconocieron que sus efectivos debieron recibir información médica.
Las cadenas CNN y Fox, que citaron a un alto cargo militar, elevaron a 11 el número de heridos.
Posterior al ataque del 8 de enero, el presidente Trump optó por no responder a la ofensiva iraní con fuerza militar y, en un discurso a la Nación, dijo que impondría más sanciones contra Irán.
Las mismas se dirigieron contra ocho altos cargos iraníes, entre ellos el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Ali Shamkhani, así como contra la industria del acero, hierro y cobre del país.
Teherán y Washington, que no tiene relaciones diplomáticas desde 1979, han vivido numerosas crisis desde que Trump ordenara en 2018 la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015.
La escalada de tensión actual era especialmente grave y coincidió con el derribo por parte de la República Islámica de un avión ucraniano, que causó la muerte de sus 176 ocupantes.